Irene Montero, desde su posición como ministra de Igualdad, maneja un presupuesto anual para su Cartera de más de 400 millones de euros, alcanzando los 500 millones en las Cuentas estatales para 2022.
Un alto presupuesto en manos de la podemita que, sin embargo, no se ha convertido en una defensa real para las mujeres o el colectivo trans, ya que, tal y como apuntan las cifras publicadas, en 2021 se han producido más violaciones y ataques sexuales que en 2019, siendo 2020 el año con los porcentajes más bajos de agresiones sexuales debido a la pandemia de coronavirus y a la cuarentena obligatoria establecida por el Gobierno.
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Un dinero que, sin embargo, la podemita podría haber aprovechado a su propio beneficio... utilizando como 'niñera' particular para su hija a una 'asesora' de su Ministerio, Teresa Arévalo, tal y como hiciera con una de sus guardaespaldas, que denunció la situación ante los tribunales.
Caso que está siendo estudiado desde la Audiencia de Madrid, que ha considerado que pueden existir indicios de delito en este presunto 'uso' de la asesora como niñera, exigiendo los jueces de la Sección 20 de este tribunal que los hechos sean aclarados.
Teresa Arévalo se defiende
Así pues, tal y como asegura la Audiencia en su escrito, los hechos son "a priori presumiblemente delictivos", y que, por tanto "deben ser aclarados" ante los tribunales por parte de los principales implicados, entre ellos, la propia ministra.
En concreto, es necesario "concretar todas las circunstancias laborales" de Teresa Arévalo "para con el partido político (funciones, tipo de empleo, horario, etc.), y confirmar que efectivamente ejerció como ciudadora de los hijos de Montero y las condiciones en las que desempeñara tales funciones", haciendo especial hincapié en si se usaron fondos públicos del partido para pagar a la 'niñera'.
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Acusaciones ante las que la supuesta niñera, Teresa Arévalo, según uno de los abogados de Podemos, habría asegurado ante el juez que su trabajo en el partido nunca estuvo ligado al cuidado de la hija de Pablo Iglesias e Irene Montero.
Eso sí, reconoce que, "como cualquier otro compañero o compañera", ha podido "tenerla en brazos", tal y como se pudo apreciar en un vídeo grabado en el despacho de Montero, negando por completo que fuera una práctica habitual, ni que su puesto de asesora estuviera vinculado al cuidado exclusivo de la menor.