Gloría, la pobre niña de 10 años a la que su maestra de la escuela Font de l'Alba de Terrassa (Barcelona) agredió por pintar una bandera española en un álbum escolar, no seguirá en el centro.
Así lo ha confirmado la madre de la niña, quién también ha comunicado que sus otras dos hijas también abandonarán el centro como consecuencia de los hechos imperdonables y la ridícula 'decisión' que ha tomado la directora de la escuela tras reconocer lo sucedido.
Reconocen los hechos y no hacen nada
La directora del colegio de Tarrasa (Barcelona) donde tuvo lugar la grave agresión ideológica se había comprometido a que la niña y sus hermanas no volvieran a cruzarse con la profesora antes de conocer la decisión de la madre de retirar a su hija del centro.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 17 de junio, cuando una maestra agredió presuntamente a una alumna de diez años que había pintado una bandera de España y había escrito “Viva España” en su álbum escolar.
La directora del colegio ha escrito una carta al padre de la niña agredida con membrete de la Generalitat en la que da veracidad a los hechos y promete que ni la menor ni sus hermanas volverán a coincidir en clase con la violenta profesora.
Una carta con unas medidas insuficientes y que no ha evitado que los padres retiren a sus hijas del peligroso centro escolar.
La carta al padre de la niña
"Como le he reiterado en ocasiones anteriores lamento profundamente los hechos ocurridos el 17 de junio, especialmente porque Rocío no volvió a clase los días posteriores y no pudo finalizar el curso con sus compañeros y compañeras de clase", se puede leer en la carta que ha escrito la directora de l'Escola Font de I'Alba, Isabel Guzmán, al progenitor de la menor, Francisco Rodríguez.
"Tal y como le afirmé en la reunión del 18 de junio, para su tranquilidad y evitar situaciones de desconfianza, nos comprometemos a adoptar medidas organizativas para que en el futuro ninguna de sus hijas coincida con la profesora Miriam F. como tutora", asegura la directora.
De hecho, la maestra dejó de impartir clases en la clase de la niña "desde el día siguiente del incidente" hasta final de curso.
"Comunicamos los hechos a inspección educativa, realizamos entrevistas a testimonios de diferentes sectores con el objetivo de contrastar las informaciones aportadas por ustedes, analizamos con detenimiento las diversas declaraciones y revisamos todos los trabajos del resto de alumnos del grupo para comprobar si la profesora había mantenido un criterio de neutralidad respecto a las observaciones de corrección, no permitiendo ninguna otra bandera", apunta la directora.
La Generalitat ignora la agresión
La Generalitat abrió un expediente disciplinario a la agresora por romper el trabajo de la niña, sin embargo no vio en ello "motivación ideológica" ni tuvo en cuenta la agresión probada en el parte médico.