Leah era una mujer de 65 años que ha muerto de la manera más agónica posible. Un oso se ha colado en su tienda de acampada y la ha atacado sin piedad con el objetivo de comérsela. La investigación para saber qué pasó en el camping ha sido muy complicada y ha durado más de un año.
Las autoridades han estado todo este tiempo analizando lo ocurrido y finalmente han llegado a una conclusión. Han estado buscando el detonante que provocó ese feroz ataque que conmocionó a toda Montana y al final pueden confirmar que han dado con la clave para zanjar la investigación.
El trágico accidente pasó el 6 de julio del 2021 en Ovando, un pequeño pueblo rural de Montana, en Estados Unidos. La víctima se llamaba Leah Davis Lokan, tenía 65 años y estaba pasando unos días de desconexión en un camping. Sin embargo, su escapada se convirtió en un infierno.
En un momento dado, un oso de grandes dimensiones se acercó hasta el lugar en el que se encontraba ella en busca de comida pero se acabó marchando sin el 'botín'. La propia Leah hizo una fotografía al animal para compartir con sus seres queridos esa inesperada anécdota que no parecía ir a mayores.
Una hora más tarde, el oso volvió a acercarse a la tienda de campaña aunque, en esta ocasión, de una forma menos simpática y respetuosa. El animal se abalanzó de una forma feroz sobre la mujer y la atacó hasta quitarle la vida. Debido a la presencia de osos en la zona, los que residen por allí suelen llevar sprays para asustarles pero no era el caso de Leah.
Otras personas que se encontraban cerca del lugar del ataque si que los llevaban y los usaron para asustar al animal durante su ataque mortal. No obstante, desgraciadamente, no pudieron hacer nada para salvar la vida de Leah, que murió por culpa de las mordeduras del oso.
La investigación de la policía
Las autoridades policiales abrieron una investigación para saber si este ataque se podría haber evitado. Después de revisar las cámaras y escuchar a los testigos, pudieron comprobar que la mujer de 65 años le dio de comer al oso antes de que fuera brutalmente atacada.
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El oso que mató a Leah en el camping, tres días después, también atacó a un granjero cuando lo pillaron en su gallinero. El hombre, asustado, lo mató y, después de hacerle las pruebas de ADN, pudieron comprobar que era el mismo animal que había atacado mortalmente a Leah.
Ahora, la policía ha publicado un informe donde se explica detalladamente qué pasó aquel 6 de julio del año pasado. El detonante de ese ataque, según las autoridades policiales, fue esa decisión de Leah de dar de comer al animal, que no se conformó con el alimento y la atacó a ella.