Según la normativa de la administración pública, 15.000 euros + IVA es el gasto máximo que se puede aceptar en una factura de designación directa, siendo este tope el que determina si un trabajo debe o no ser sometido a un concurso público antes de su adjudicación.
Y es este máximo el que se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para la ministra de Ciencia e Innovación, y ex alcaldesa socialista de Gandía, Diana Morant, esta semana.
Así pues, tal y como ha podido saber El Confidencial, apenas cuatro meses después de su llegada al ministerio, abandonado anteriormente por Pedro Duque, la ministra habría adjudicado una licitación que asciende hasta los 14.744 euros + IVA para el "acondicionamiento de los interiores de las dependencias" de su ministerio.
González Laya, el "bicho raro" independiente que ha metido en un jardín a Pedro Sánchez
En concreto, un contrato para 'redecorar' el despacho de la ministra que, sospechosamente, ha sido concedido a una decoradora de Gandía, estando así vinculada con la localidad de origen de la ministra, sin que otros competidores hayan podido presentar sus presupuestos para la decoración de las dependencias ministeriales.
La ministra niega la adjudicación "a dedo"
Información que ha salido a la luz gracias al citado diario, que estipulaba que esta contratación a la 'vecina' de la ministra en Gandía habría sido otorgada "a dedo", y como trato de favor, por parte de Morant, contando con las arcas públicas españolas para beneficiar a los vecinos de su localidad.
Algo que, a raíz de esta noticia, la propia ministra ha querido negar públicamente, asegurando que la contratación tiene un perfil de "contrato menor" y que, por tanto, su forma de actuar ha sido correcta y ajustada a la legislación vigente, ya que al ser un contrato menor, no era necesaro someterlo a concurso abierto.
"Las condiciones son las habituales de un contrato menor y este es el procedimiento de contratación, por lo que el matiz 'a dedo' no es así" ha asegurado la ministra, instando a aquellos que tengas dudas a acudir al "portal de transparecia" para "pedir cualquier aclaración del procedimiento".
Palabras con las que, sin embargo, la ministra no ha explicado la razón por la que ha decidido adjudicar este contrato a una vecina de su localidad en la que fue alcaldesa, confirmando con su silencio que la elección de su decoradora 'ministerial' no ha sido una casualidad.