Ser considerado un 'chico Almodóvar' parece significar que tienes la vida asegurada como actor.
Sin embargo, esto no le sucedió a Liberto Rabal, protagonista de la película "Carne Trémula" junto a Ángela Molina, Penélope Cruz y Javier Bardem.
Sobrino de la actriz Teresa Sabal y nieto de Paco Rabal, Liberto comenzó a la temprana edad de 8 años en el mundo de la interpretación, con un pequeño papel en 'Los Santos Inocentes'.
Fue en la década de los 90 cuando destacó como actor con sus papeles más importantes, llegando a estar nominado al Goya como Mejor Actor Revelación en 1997.
Más recientemente, en 2009, se le pudo volver a ver en la pequeña pantalla con su participación en la telenovela 'Amar es para siempre', y en la obra de teatro 'Una vida robada', en la que compartió escenario con su abuela, Asunción Balaguer.
La suerte no va en los genes
Sin embargo, el actor no ha conseguido vivir de su excelente talento. (Las fotos más comprometedoras de Selena Gómez provocan un 'terremoto' en las redes sociales)
Tal y como informa el periódico El Mundo, Liberto trabaja en el gigante de los muebles Ikea, donde atiende a los clientes con "mucha profesionalidad y don de gentes".