Cuando hablamos de indemnización, nos referimos también a errores por la otra parte. De modo que siempre se le devolverá algo de dinero líquido. Pero si hablamos de delitos penados con años de condena, el límite de la ética se asoma ligeramente.
Normalmente estas indemnizaciones son llevadas a cabo en el mundo criminal cuando se ha salido de prisión preventiva, a alguien se le declara inocente...Si analizamos una de las indeminizaciones más grandes que se le han desenvolsado a un preso español, no podríamos olvidarnos de Rafael Ricardi.
A este hombre el Estado le pagó cerca de un millón, tras recurrir en primera instancia los 555.600€ iniciales, por los trece años que estuvo en prisión debido a una violación que nunca habría cometido. Esa cantidad suponía multiplicar hasta 120 euros, por cada uno de los 4.630 días que pasó entre rejas.
Pruebas posteriores lo acabaron por descartar del caso en una pesadilla que empezaba en 1995. Ricardi había sido condenado por participar, supuestamente, en una violación y ser el coautor de los hechos.
El motivo que le llevó a la cárcel fue el reconocimiento fotográfico y el testimonio de la propia víctima. Posiblemente, Ricardi, habría estado cerca de la escena, en el momento y lugar equivocados debido a relacionarse con malas influencias.
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