La desaparición de Yeremi Vargas, sucedida en Canarias en el año 2007, sigue siendo una herida abierta para su familia, que vuelve a pedir la reapertura del caso después de que el juez decidiera archivar las investigaciones en octubre de 2017.
Yeremi Vargas desapareció hace ya 12 años, mientras jugaba en un descampado cerca de su casa en Vecindario, en la localidad canaria de Santa Lucía de Tirajana.
Desde el inicio de la investigación, el principal sospechoso fue Juan Antonio Ojeda Bordón, alias “el Rubio”, el cual ofreció pistas falsas a la Guardia Civil, que no sirvieron para levantar las sospechas sobre su implicación.
Varias declaraciones de compañeros de celda del Rubio, que afirmaron que el sospechoso les había contado detalles del menor muy específicos, así como declaraciones de otro menor, hicieron que la investigación se retomara, sin que esto fuese tomado en consideración por el juez que lleva actualmente el caso, Hermo Costoya.
El citado juez congeló el caso del pequeño Yeremi en 2017, enfrentándose incluso al coronel de la Guardia Civil que llevaba el caso del menor, el cual, junto a todos sus compañeros de investigación, recordaron el tiempo y las pistas que había en el caso que no debían ser ignoradas.
Más de 600 llamadas, 195 pederastas investigados, y la colaboración en la investigación de la UCO de la Guardia Civil cayeron en saco roto en ese momento, ratificado después en marzo de 2018 por la Audiencia de las Palmas.
La posibilidad de otra víctima de “el Rubio”
Después de la desaparición del menor, el Rubio fue condenado en 2015 por agredir sexualmente a otro menor, finalizando su condena el próximo año 2020 “si nadie lo impide”, afirmó la madre del menor.
Ante esta situación, la familia del menor desaparecido hace un ruego a la Justicia para que esta situación no se vuelva a repetir y, con suerte, se reabra el caso de su hijo, que este año alcanzaría la mayoría de edad. (El mazazo a la familia del desaparecido Yeremi Vargas por las elecciones del 28-A).