"Mi libro es una novela de mi vida y por tanto está basada en hechos que recuerdo. El que me quiera demandar, que lo haga, porque tengo documentación y sabré defenderme". (La confesión de Kiko Rivera dejó "en shock" a Belén Esteban)
Pepa Caballero fue representante y amiga de los artistas más relevantes de nuestro país, como Rocío Jurado, Chiquetete o María Jiménez.
Por ese motivo sabe de sobras que las memorias que lleva meses escribiendo pueden despertar las iras o desvelar a muchos, en especial a la familia Janeiro, de los que fue su mano derecha durante una década (2000-2010).
"Yo al primero que conozco del clan es a Jesulín. Después, me encuentro con "la familia", gente que parecía normal, con valores, pero a los que el más tonto les da siete mil vueltas. Es como cuando crees que juegas al ajedrez con principiantes y resulta que son campeones como Kasparov, que venden sentimientos falsos", relata. (Belén Esteban terminó llorando a lágrima viva en el regreso de Terelu)
Casi acaba en la cárcel
A raíz de la buena relación con el diestro, Caballero empieza a ejercer de mánager con las Cármenes del clan: la madre y la hermana de Jesulín. Diez años después, Pepa tuvo que pagar 72.000 euros de multa por una investigación de facturas falsas (Caso Halcón).
"Casi acabo en prisión, porque me mandaron facturar a nombre de una empresa, Área Inmobiliaria de la Sierra, en la que luego nunca aparecieron sus nombres". (Las heridas de 'guerra' de Terelu ponen los pelos de punta a Belén Esteban)
La ex mánager, que después demandó sin éxito a madre e hija, asegura que esta empresa estaba vinculada a Carlos Carretero, ex jefe de la policía local de Ubrique y al que María José Campanario recurrió cuatro años después de su boda con Jesulín para conseguir una pensión para su madre, Remedios Torres.
"Ni los buenos momentos son tan buenos, ni los malos tan malos"
Con la frase citada anteriormente, Pepa Caballero retrocede hasta 2001, fecha en la que conoce a Belén Esteban. Ocurre poco después del grave accidente de tráfico que casi acaba con la vida del torero. (Belén Esteban ya ha elegido a los tres padrinos de su boda)
"El día que Belén llegó a la finca Ambiciones con su hija para ver a Jesús, nadie de la familia quería estar y él me pidió que me quedara. Ella entonces ya era novia de Óscar Lozano, pero seguía enamorada de Jesús. De hecho, sigue amándole y por eso ha anunciado su segunda boda, tras saber que Jesús y María José también tenían planes de renovar sus votos. Quizá si Belén hubiera ido días antes a verle al hospital...".
La representante rememora entonces esos momentos tras su ingreso en la clínica Virgen del Rocío: (La madre de todas las broncas con Jorge Javier: "Belén Esteban se fue llorando")
"Mira, Campanario estaba en el lugar adecuado en el momento preciso. Había otras quince mujeres esperando en la sala de espera de la clínica con la familia, algunas amigas con derecho a roce. A María José le dio todo igual. Y Jesús decidió que fuera ella la que se quedara. Pero Belén no estaba allí, acuérdate".
Caballero lo tiene claro:
"Jesús buscó una enfermera porque vio la muerte de cerca. Con María José le une la complicidad. Jesulín lloró mucho por Belén y, si lo niega, miente. Lloraba porque había cosas que no entendía. Ella es su gran amor. Y el de ella, también. Pero la familia Janeiro jamás la apoyó, se estaba llevando a la gallina de los huevos de oro y ella no supo jugar sus cartas".
La marcha de Esteban y el accidente lo cambiaron todo: (¡Belén Esteban y Makoke se dicen de todo a la cara!)
"Jesulín deja de ser un niño y pasa a ser Jesús. Pide explicaciones de los temas económicos, porque no le cuadran las cuentas. En ese momento, yo negociaba todas sus exclusivas, como su boda con María José".
Y continúa con ironía: (Rafa Mora alucina con el culo de Belén Esteban)
"¿Sabes qué les deseo? Otros quince años "de amor", que es también deseárselo a esa "familia". Porque los Janeiro son como los Pujol. Hay muchos intereses en juego y tienen que tragar. Están condenados a entenderse".