La madre de Gabriel Cruz, Patricia Ramírez, ha pedido a la justicia española que le imponga un brazalete electrónico de seguimiento a su acosador, D.M.F.A., que saldrá de permiso de prisión este próximo martes.
Está cumpliendo dos años de condena por quebrantamiento de condenas de alejamiento. El tribunal que le sentenció decidirá el lunes si aprueba la solicitud ante el miedo de la víctima.
“Tengo miedo”
“Entiendo que tiene que tener permisos y que no tiene que estar en la cárcel, sino en tratamiento en un psiquiátrico; pero yo, como víctima, tengo derecho a salir de mi casa asegurándome de que no me va a perseguir”, comenta la madre del pececito.
Además, en menos de un mes se enfrenta a que el TSJA decida si se tiene que repetir el juicio cobre el asesinato de su hijo, perpetrado por Ana Julia Quezada.
El día de nochebuena el acosador saldrá de prisión al mediodía con la única condición de que se persona en comisaría al principio y al final del permiso y la prohibición de abandonar la provincia de Almería además de estar bajo tutela de un familiar.
No es violencia de género
“Si yo hubiera mentido y dicho que ese hombre y yo nos dimos un beso, yo ahora mismo sería tratada por violencia de género, porque así es: él viene a por mí como mujer, es una obsesión sexual. Pero no mentí: no le conocía, no tenía una relación sentimental... y ahora me encuentro con problemas para que le pongan una pulsera para mi protección”, comenta asustada.