Las elecciones cada vez están más cerca y la 'ley trans' empieza a ser un problema en el PSOE. De hecho, es tan grave este conflicto que puede provocar que se rompa la disciplina de voto del PSOE por primera vez desde que Sánchez llegó a la Moncloa. Lo cierto es que hay grandes discrepancias en la cúpula de las filas socialistas y cada vez se hace más difícil pensar que los 120 diputados vayan en la misma dirección. Además, figuras importantes del grupo parlamentario achacan a Pedro Sánchez que esté cediendo ante Podemos.
Toda esta división está provocada en gran parte por las diversas opiniones que hay entre las feministas históricas y los loobys LGTBI. Por su parte, el Ministerio de Igualdad, liderado por la podemita Irene Montero, espera que la ley se pueda aprobar este mismo año. Asimismo, la presidenta de la Comisión de Igualdad, Carmen Calvo, y la portavoz socialista en esta comisión, Laura Berja, son dos rostros importantes que no están yendo en la misma línea que el líder socialista.
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Bien es cierto, que la ruptura de voto no es algo que el presidente del PSOE desconozca. Hay que recordar que, en 2015, Pedro Sánchez dimitió tras negarse a investir a Mariano Rajoy.
Un hecho importante que está complicando todo es que desde Ferraz decidieron ampliar el plazo de enmiendas hasta el 2 de noviembre. Esto no ha gustado nada en Podemos, más bien todo lo contrario, dado que hay un grandísimo enfado en el Ministerio de Igualdad. Este defiende que deben tramitar la norma de la manera más rápida posible. Por ello, Irene Montero ya ha empezado a gestionar los contactos, pero hasta ahora tiene en frente la oposición total y absoluta de Carmen Calvo.
Enfado en Unidas Podemos
Los podemitas han pedido que no se llevase a cabo un aplazamiento, puesto que quieren que esta norma esté disponible antes del final de año. Sin embargo, lejos de existir una unión predominante, esta ley ha causado una división importante entre el Gobierno de coalición y las propias filas socialistas, debido a que las feministas históricas, entre las que se encuentra Carmen Calvo, no aceptan la autodeterminación de género.
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Por último, cabe destacar que desde Ferraz aseguran que las modificaciones que se efectúen serán acerca de los aspectos que tengan que ver con la violencia intragénero para que no choque con la violencia de género. En cuanto al cambio de sexo, el PSOE está por la labor de aumentar las garantías jurídicas de la norma.
Por tanto, la polémica está servida, aunque esto le pasa a Sánchez por prometer y decir lo que quieren escuchar sus socios de gobierno. Ahora, a la hora de la verdad, le está causando un gran problema en su formación, puesto que la unión reina por su ausencia en Ferraz. ¿Lo peor? Las elecciones a la vuelta de la esquina.