El movimiento independentista parecer ser que está llegando a las últimas, que está tocando fondo. En otras palabras, se podría decir que está prácticamente acabado, muerto.
Da la sensación de que la unión y la motivación con la que las agrupaciones secesionistas afrontaban el reto de lograr la independencia del territorio catalán se han desvanecido por completo.
Sobre todo, tras la negativa de la CUP y ERC a asistir el próximo lunes a la cumbre catalanista que Puigdemont tiene previsto llevar a cabo el próximo lunes en Waterloo.
Tras ver que ya no tiene el poder de influencia que tenía anteriormente sobre su partido y los demás, el político catalán estudia una maniobra para dar un golpe de efecto, según apunta Salvador Sostres en ABC.
Elecciones autonómicas, su objetivo
Carles Puigdemont estaría estudiando con su círculo más íntimo convocar y anticipar las próximas elecciones autonómicas para el próximo 23 de diciembre.
Si esta convocatoria consigue salir victoriosa, cosa que no será nada fácil, su anuncio tendría que ser a finales de este mes, entre los días 27 y 28 concretamente.
El día 6 de diciembre sería la víspera del día en que oficialmente empezaría la hipotética campaña electoral.
Para el mismo día, los convergentes ya han realizado la reserva del Palacio de Congresos de Barcelona. Veremos cómo evolucionan los hechos y si Carles Puigdemont es capaz de volver a revolucionar la política catalana.