Pedro Sánchez ha causado sensación en una de sus últimas apariciones públicas antes del cierre del curso político, no solo por la forma sino por el fondo de estas declaraciones con las que ha despertado algo más que la conciencia de los españoles de cara al verano en uno de los momentos más complicados desde que el líder socialista es presidente del Gobierno.
La última aparición pública de Sánchez antes de las vacaciones ha sido sin corbata, en un intento por concienciar a todos los españoles de la grave crisis energética que se avecina y que puede provocar el hundimiento, todavía más, de la econocmía española. Sin embargo, esta medida de ahorro energético, realizada mediante este gesto simbólico, no ha convencido a todos.
Este golpe de efecto no es propio de Sánchez ni una idea propia del líder socialista, es decir, esta maniobra ya se ha visto en la política española. Hace más de diez años, el entonces ministro de Industria y Economía, Miguel Sebastián, abogó por el mismo ahorro energético que propone Sánchez hoy de una forma similar: deshaciéndose en directo de la corbata para ahorrar en consumo energético. Sin embargo, volviendo todavía más atrás en el tiempo se puede encontrar el gesto original: el que hicieron los miembros del gobierno japonés en 2005, quitándose el lazo y la americana para solicitar a ciudadanos y empresas un uso más concienzudo de la energía.
Muchos argumentan que este gesto y su medida aparejada es, precisamente, algo que apenas tiene impacto y que quedará como una medida simbólica, puesto que Sánchez propone que no se utilicen todos aquellos aparatos que emplean gas y luz siempre y cuando no sean necesarios para el día a día. También ha hecho esta recomendación a las empresas, de ahí que apareciera sin corbata en una comparecencia pública, cuando el presidente siempre ha cumplido con el protocolo de vestimenta propio de un presidente del Gobierno.
"Creo que es una forma de intentar inculcar a la gente que hay un problema serio y que habrá que ahorrar. A España le corresponde un 8% de reducción de consumo de gas, y se necesitarán más recortes todavía. Creo que esto es ahora, básicamente, para crear conciencia". Antonio Turiel, investigador del CSIC, hace este análisis del discurso y el gesto de Sánchez de aparecer sin corbata. Sin embargo, señala que la medida apenas tendrá efecto en el verdadero consumo de gas de los españoles, puesto que no son los particulares ni los empresarios de los despachos situados en sus oficinas los grandes consumidores de gas, sino la industria española: "En España, la industria es la principal consumidora de gas, cerca del 30% del total".
Así, esta medida y el gesto de Pedro Sánchez parecen haber quedado en algo simbólico, a pesar de que los españoles también han recibido el mensaje entre burlas y bromas dirigidas a un presidente que intenta concienciar a los españoles de la grave crisis energética que se acerca pero no puede evitar destacar por encima de todo y de todos, aunque la forma de hacerlo no sea para nada original.