Desde que se inició el levantamiento independentista más radical, en 2017, 4.129 empresas han cambiado sus sedes sociales a otras ciudades españolas.
Madrid ha sido el refugio para muchas de estas empresas, ante el empeoramiento de las condiciones económicas, sociales y jurídicas en Cataluña. También Valencia ha sido una ciudad receptora de las empresas que han decidido abandonar Cataluña en los últimos dos años.
Esta cuestión es una de las grandes preocupaciones de los separatistas catalanes, que ven como Cataluña pierde atractivo económico a pasos agigantados.
Esto ha provocado que, en las negociaciones de investidura entre Pedro Sánchez y los separatistas, los de ERC hayan pactado un castigo fiscal a Madrid, cosa que ha sido recibida con agrado por el equipo negociador socialista.
Más impuestos que afectarán a las familias
En concreto, el plan del PSOE y separatistas pasa por armonizar los Impuestos de Sucesiones, Donaciones y Patrimonio, de forma que la Comunidad de Madrid pierda el liderazgo en rebajas de impuestos.
También afectaría a Andalucía, donde PP y Ciudadanos han materializado una generalizada bajada de impuestos tras su llegada al Gobierno regional. (Promesas en saco roto: Guillermo Fernández Vara se come sus palabras tras el pacto PSOE-ERC)
Así pues, el PSOE ha pactado con Podemos una fuerte subida de impuestos y cotizaciones sociales, subiendo todos los impuestos de las regiones gobernadas por el PP hasta igualarlos con los gravámenes de los territorios socialistas.
Además, Pedro Sánchez ha ordenado anular la capacidad de bajar impuestos autonómicos, por lo que los Gobiernos regionales del PP no podrán frenar el atraco fiscal organizado por los socialistas.
Este aumento de la recaudación pública planeado por el PSOE supondrá, en 2022, cerca de 95 millones de euros, que afectará ante todo, a la economía familiar y a las pequeñas empresas.