Salvo que no suceda algo fuera de serie, los restos del dictador Francisco Franco serán trasladados del Valle de los Caídos a la Catedral de la Almudena.
La iglesia, que ya ve la exhumación del Franco una realidad, ha confirmado que la familia ya ha comprado una tumba, entrando a la izquierda, donde reposan los restos de su hija, Carmen Franco, fallecida en 2017, por un valor de 150.000 euros.
El decreto emitido por el Gobierno ha permitido a los Franco elegir el lugar donde enterrar los restos de su familiar.
Así entonces, los nietos del caudillo han pasado por encima del cardenal Osoro, quien para nada quería el traslado de Franco a la Almudena.
¿Cómo afectará la llegada de Franco a la Almudena?
Muchos son los que piensan que la llegada de Franco al templo situado en el centro de Madrid puede provocar ciertos cambios.
El principal, a pesar del malestar que genere en el futuro la presencia del caudillo en la Almudena, es que la bella iglesia puede pasar de ser un icono turístico de la ciudad a un lugar de peregrinaje franquista.
Lo que sí tiene claro la iglesia madrileña es que la inhumación será un acto totalmente privado y que evitará la entrada de grupos numerosos a la ceremonia.
Otro detalle interesante que había generado mucha controversia y que la iglesia quiere dejar claro es que el lugar y la tumba comprada por los familiares no enaltecerán la figura del dictador, ya que su lugar pasará totalmente desapercibido.