Nos alegra mucho informaros de que la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) nos ha contado una historia de abandono animal con final feliz.
A continuación reproducimos la carta que nos han remitido desde la protectora FAADA.
Hola Don Diario, soy Peggy, la cerdita vietnamita que ves acurrucada debajo de la manta al lado de Míriam, la veterinaria de FAADA.
Hace unos meses, una familia de la provincia de Tarragona me encontró completamente sola en el campo.
Yo me acerqué a ellos sin pensármelo: no tenía miedo al ser humano porque estaba acostumbrada a las personas. De hecho, había sido abandonada.
La familia decidió llevarme con ellos a su casa pero, conscientes de no disponer del espacio adecuado para un cerdo vietnamita, contactó con FAADA para pedir ayuda.
Desde la fundación empezaron a buscarme una familia adoptiva, ¡algo súper complicado! Y también se encargaron de mi esterilización e identificación.
Tras muchas llamadas, al fin encontraron a una familia dispuesta a darme una oportunidad.
Adopción y traslado
Después de comprobar que efectivamente se trataba de adoptantes responsables y que disponían de un amplio terreno, gestionaron mi adopción y traslado.
¡No te puedes ni imaginar lo que sentí cuando pisé por primera vez ese amplio jardín y pude jugar junto a los dos perros de la familia!
Mi caso es solo uno de los muchos que el departamento de animales salvajes de FAADA gestiona cada día ¡Ellas hacen lo imposible y más para lograr reubicar a todos los animales y evitar su sacrificio!
¿Quieres ayudarlas a salvar más vidas como la mía?
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