María Patiño está muy enfadada con Alexia Rivas. La presentadora de Socialité es una de las grandes protagonistas de la entrevista exclusiva que la ex superviviente ha concedido a Lecturas, en la que el tema de la edad ha estado presente en todo momento.
Y es que Alexia Rivas considera que María Patiño siente envidia hacia ella porque es joven, guapa y le puede comer la tostada televisivamente hablando. Algo que la colaboradora de Sálvame desmintió este miércoles, aunque de manera poco creíble.
Kiko Matamoros conoció a Marta López en la ciudad de los 'swingers'
"Yo a su edad ya había presentado, había logrado encontrar al amor de mi vida y ella a lo mejor con el tiempo llegará a algo que yo he conseguido, tener un hueco en mi profesión", expresó Patiño.
Tampoco le sentó bien que Alexia insinuara que no es una buena profesional: "Con mi profesión ni ella ni nadie va a jugar. Yo llego una hora antes a Socialité y media hora antes a Sálvame. Y dos horas antes al Deluxe. Tendrá que preguntarse si llego con los deberes hechos o no", afirmó.
María Patiño, hipócrita con el tema de la edad
Precisamente en el tema de la edad María Patiño demostró ser bastante hipócrita. Y es que alegó que no está obsesionada con ella, a pesar de que cada dos por tres se hace intervenciones o tratamientos para estar más joven.
"Sabe donde cree que me puede hacer daño, por ejemplo con el tema de la edad. El meter los dedos ahí... Yo sé que puedo haber proyectado esa imagen de que tengo una obsesión con la edad a raíz de todas las intervenciones que me he hecho. Y probablemente ella considere que recalcando que le llevo 20 años de diferencia ahora mismo me estoy clavando un alfiler en la barriga", espetó, visiblemente molesta aunque diga lo contrario.
Y pasó al contraataque: "A nivel personal no me conoce, yo a ella tampoco, pero sí la conozco como profesional", zanjó Patiño, insinuando que es Alexia la que no trabaja como corresponde.
La guerra no ha hecho más que comenzar. Desde que Alexia Rivas salió de Socialité, ambas han sacado las uñas la una contra la otra y la escalada de declaraciones mutuas continúa in crescendo.