Jorge Javier Vázquez, desde su blog de la revista 'Lecturas', ha explicado cómo era la relación con su padre :"En realidad, creo que mi padre no se ha muerto. Lo tengo tan presente que se me hace difícil pensar que no está a mi lado. A lo mejor es que no creo en la muerte como fin. Se me hace muy raro pensar en el adiós definitivo, porque entonces todo esto que llamamos vida tendría poco sentido. Menuda estafa".
Confiesa que le gusta hablar sobre estos asuntos porque después siempre recibe algún mensaje valioso. La recomendación de un libro, una experiencia enriquecedora.
Hablaba de su padre, quien, cuando estaba vivo, era la antítesis de lo que él quería ser. Y ahora le parece que esta jugando con él porque, aunque le cueste reconocerlo, cada vez son más clavados.
Según Jorge Javier, físicamente son como dos gotas de agua. Y en cuanto al carácter, está heredando de él los rasgos que menos le gustan. El más visible, los prontos. Asegura que de tanto en tanto coge unos cabreos de campeonato. Es como si tuviera una escalera delante y, por mucho que le digan "para, para", hasta que no la completa, no es capaz de quedarse callado.
Reconoce que es intransigente con la intransigencia: "No tolero a los que apoyan ideologías que desean recortar libertades. Es más, creo que no se les deba dar ni voz" y añade: "Como mi padre he pasado muchos años sintiendo temor por el futuro. Cuantos años perdió imaginando lo que haría en su jubilación cuando un tumor se lo llevó por delante antes de cumplir los 60. Ahora me gustaría tenerlo conmigo".
Un hijo muerto, antes que maricón
"Durante estos casi 30 años que estoy sin él le habría enseñado a disfrutar de la vida sin complicaciones. Hubieramos hecho un montón de viajes con mi madre y también habríamos discutido un montón de veces, claro que sí. Pero no ha podido ser". Cree que es él quien le ha dictado estas líneas. Y se estará riendo pensando que se ha dado cuenta de que con los años es un fiel retrato suyo.
Jorge Javier Vázquez ha ido por segunda vez al programa de Bertín Osborne, 'Mi casa es la tuya' para hablar del ictus, la homosexualidad y la relación con su progenitor. Se reunieron hace unos meses en casa de Jorge Javier, pero el ictus que sufrió, se vieron obligados a juntarse de nuevo.
Hablando de su padre explicó que su padre no aceptó en ningún momento su homosexualidad, cosa que le afectó mucho. "Yo era conocido por el marica del bloque. Mi padre era de esos que decían que prefería un hijo muerto antes que maricón, y eso lo tuve que escuchar varias veces en casa"
Lo que caracteriza a Jorge Javier es el sentido del humor: "Durante los primeros días de reposo en mi casa llamé a mi médico para preguntarle si podía tener sexo. Me dijo que sí, pero que tenía que ser "normal", y que tenía que tener cuidado con los esfuerzos y las posturas. Le dije que entonces prefería no hacerlo" dijo.