La Guardia Civil comenzó en el mes de septiembre la investigación de una supuesta organización criminal después de recibir dos denuncias de robo con fuerza de varios perros de caza en las localidades valencianas de Llanera de Ranes y L'Enova. Con el paso del tiempo, estos descubrieron que los mismos hechos también se daban en las zonas de Canes de Almansa, Albacete, y en Barracas, Castellón.
Los animales estaban en unas "condiciones deplorables"
Nada más localizar a los pertenecientes a dicha red, las fuerzas de seguridad realizaron un registro en la vivienda y corral que frecuentaba la persona que supuestamente se encontraba al frente de la organización. En este pudieron encontrar varios animales en unas pésimas condiciones y con graves heridas en el cuello, las cuales fueron realizadas para extraerle el chip identificador que tenían e insertarle uno nuevo. A pesar de que finalmente 32 perros valorados por 500.000€ fueron rescatados, lo cierto es que muchos los soltaron varios miembros tras sospechar que serían investigados.
Volvían a vender los perros robados
Al parecer, el objetivo de esta red era el de robar canes, quitarle el microchip e insertarle otro, falsificar los papeles del animal para luego publicarlos en varias páginas por Internet y finalmente venderlos. Después, estos mandaban al can hasta su nuevo lugar de destino en una empresa de transporte de animales.
4 detenidos y un veterinario investigado
Finalmente, 4 de los supuestos autores de los hechos han sido detenidos por robos con fuerza, maltrato animal, abandono animal, falsedad documental y pertenencia a una organización criminal. Asimismo, también ha sido investigado un veterinario por ser la persona encargada de insertarle el chip a los animales y falsificar los pasaportes y tarjetas identificativas sin estar dadas de alta en el RIVA (Registro Informático Valenciano de Identificación Animal).