La gran incógnita del 'Satisfyer'. ¿Puede el succionador de clítoris generar adicción?

Desmontamos algunos mitos acerca del famoso juguete erótico

La gran incógnita del 'Satisfyer'. ¿Puede el succionador de clítoris generar adicción?
La gran incógnita del 'Satisfyer'. ¿Puede el succionador de clítoris generar adicción?

Como ha cambiado el panorama en los últimos años. Considerados ya la segunda revolución sexual por la mayoría de quienes lo han probado, los consoladores, vibradores son la ultima sensación del momento.

Masturbación femenina con estos objetos se ha normalizado. De hecho, van un paso por delante de los hombres, que todavía recuren al método ‘manual’ o clásico.

Nueva moda

Ya no solo se habla de dichos objetos en las redes sociales o en los vlogs de las influencers, sino que las mujeres de a pie tienen la valentía de hablar de sus juguetes sexuales con sus amigas e invitarles a que lo prueben.

En el último trimestre de 2019, las ventas del Satisfyer crecieron un 1.300% en España. Y no queda ahí. El 63% de las mujeres españolas tienen un juguete sexual en casa y el 76% asegura que necesitan la estimulación del clítoris para llegar al orgasmo.

¿Es real la adicción?

¿Existe entonces la adicción al vibrador o al succionador? La respuesta es clara: rotundamente no. Hay ciertos mitos que queremos desmontar con algunos otros datos.

No se insensibiliza la vagina ni el clítoris

Un estudio publicado en 2009 por la revista especializada Journal of Sexual Medicine, desveló que el 71% de las mujeres que usaban vibrador nunca habían sufrido efectos secundarios negativos como irritación, desgarros, inflamación o entumecimiento genital. Solo el 16% aseguraba haber sentido entumecimiento genital transitorio y el 0,5% afirmó que se había prolongado más de un día.

Por tanto, no es posible dañar la vagina y/o el clítoris empleando un vibrador o succionador. Como mucho, podría insensibilizarse durante un tiempo tras una sesión prolongada.

Se pierden las ganas de acostarse con otras personas: falso

Uno de los miedo más comunes es de no querer acostarse con nadie después de usar un vibrador, ya que éste te ‘engancha’ y los orgasmos llegan con más rapidez y facilidad. La sexóloga Gigi Engle, autora de All the F*cking Mistakes: A Guide to Sex, Love and Life, considera que se trata simplemente de un mito que se sigue perpetuando para estigmatizar la sexualidad femenina.