La gran fiesta de la Copa Libertadores se convierte en una soberana mierda

El partido de vuelta entre River Plate y Boca Juniors ya ha sido aplazado dos veces y arroja muchas dudas

26 de Noviembre de 2018
La gran fiesta de la Copa Libertadores se convierte en una soberana mierda
La gran fiesta de la Copa Libertadores se convierte en una soberana mierda

Ya se ha convertido en la final de fútbol más larga de la historia y todavía puede suceder cualquier cosa. La final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors se preveía intensa, pero jamás a estos niveles. 

Primero se aplazó por lluvia, luego hubo un intenso duelo en La Bombonera y el partido de vuelta ya fue la locura absoluta. Estaba prevista para el sábado a las 21:00h (horario peninsular), pero los graves incidentes en los aledaños del estadio obligaron a cancelar la cita. 

Aficionados de River tiraron gas pimienta al auatobús de Boca, hiriendo a dos jugadores que tuvieron que ser trasladados al hospital. Hubo múltitud de peleas e incluso se vio a una madre poniendo bengalas enganchadas en el cuerpo de su hija.

El tiempo fue pasando y parecía que se podía disputar ese mismo día, pero al final la Conmebol decidió aplazarlo hasta el domingo a la misma hora, las 21:00h. Sin embargo, nada garantizaba la seguridad del encuentro y finalmente tampoco se jugó el domingo.

Muchas dudas en el horizonte

Ahora ambos clubes junto a la Conmebol deben reunirse para fijar una nueva fecha. Lo único claro es que se jugará el partido, porque incluso algunos jugadores de Boca habrían pedido que le diesen el título a River y se acabase con esto o que quedase desierto. 

Hay muchas opciones: que se juegue en El Monumental a puerta cerrada, que se juegue en Argentina pero lejos de Buenos Aires o que se traslade a otro país como Uruguay, Paraguay o Chile. Tampoco está clara la fecha, porque el Mundial de Clubes es el 18 de diciembre y ambos equipos deberían tener el tiempo suficiente para prearar este torneo.

Se especula con que pueda ser el 8 de diciembre, aunque eso es algo que se decidirá en las próximas horas tras la reunión del martes entre Alejandro Domínguez, presidene de la Conmebol, y los máximos mandatarios de ambos clubes. 

Más allá de nuevas fechas o no, lo que está claro es que la imagen del fútbol argentino, especialmente de Boca y River, queda gravemente dañada tras estos últimos días. Un partido que trascendía a nivel mundial se ha convertido en un bochornoso espectáculo que se recordará por siempre en las páginas negras del deporte.