Puigdemont y su Consell per la República, uno de los puntos clave del desencuentro entre ERC y JxCat en las negociaciones para formar Gobierno.
Una e las principales premisas del independentismo es la necesidad de mantenerse 'fuertes' y 'unidos' contra el Estado español opresor. Una idea que, en los últimos años, ha hecho que los partidos independentistas, con JxCat y ERC a la cabeza, hayan buscado acuerdos y pactos, no sólo de formación del Govern, sino en la línea a seguir para conseguir el secesionismo.
Pactos y cercanía que ahora parecen rotos definitivamente: y es que, 83 días después de las elecciones autonómicas catalanas, celebradas el 14 de febrero, los dos principales partidos independentistas no han conseguido llegar a un acuerdo para formar Ejecutivo.
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Sus posiciones, más alejadas que nunca, han llevado a Pere Aragonès, el presidenciable republicano, a tomar una drástica decisión: abandonar todas las negociaciones con los de Puigdemont, y buscar gobernar en solitario.
"Después de 83 días, hemos visto que no hay predisposición para superar las cuestiones que desde el primer día encallan la configuración del nuevo Govern" ha asegurado el republicano a los medios de comunicación "ERC se ha implicado el máximo,con generosidad y empatía [...] pero ha sido imposible avanzar hacia un acuerdo definitivo".
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"Quedan 18 días para la convocatoria de elecciones, y la distancia continúa siendo muy grande" ha lamentado Aragonès, remarcando el poco margen de tiempo del que disponen para evitar la repetición de elecciones.
Una distancia pincipalmente marcada por la insistencia de los de Junts en la importancia que en el nuevo Gobierno tendria que tener el conocido Consell per la República de Carles Puigdemont.
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"La realidad es que JxCat se mantiene inamovible en la misma posición inicial. En 83días no hemos avanzado [...] y el país sufre" ha asegurado el republicano.
Así mismo, Aragonès ha querido señalar directamente a Puigdemont como el responsable de esta ruptura del independentismo: "El presidente de la Generalitat no puede aceptar tutelas" ha señalado respecto al Consell: "si en el principal tema de la agenda política hay un órgano que le dice qué tiene que hacer y qué no al Govern, esto es una tutela [...] La legitimidad que tenemos nos la da las elecciones. No se pueden adulterar los resultados electorales".