El radicalismo del independentismo catalán esta llegando a niveles insospechados.. y peligrosamente ridículos. Y es que a los independentistas catalanes parece no llegarles con amenazar con apedrear las casas de las familias constitucionalistas, ni hundir la economía catalana a base de financiar chiringuitos indepes. Tampoco parecen conformarse con los indultos del Gobierno de España, o con las manifestaciones a favor de volver a llevar a cabo un procés independentista como el del 1-O.
No; ahora los secesionistas catalanes, desde la Generalitat, están dispuestos a dejar morir a sus propios ciudadanos con tal de demostrar la 'independencia' institucional de Cataluña en cuanto a las fuerzas de seguridad se refiere.
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Así pues, tal y como ha denunciado la asociación profesional de guardias civiles en Cataluña, Jucil Cataluña, la Generalitat está 'evitando' informar a la Guardia Civil de las emergencias que llegan desde el 112: algo que puede estar provocando la pérdida de decenas de vidas inocentes por culpa de la obsesión independentista catalana.
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"O se enteran tarde, o no se enteran" ha lamentado la portavoz de Jucil Cataluña, Milagros Cívico, en una entrevista con el diario digital 'elcatalan.es', confesando que, en muchas ocasiones, los agentes de la Benemérita no son informados de las llamadas del 112, gestionadas por el Govern independentista de Pere Aragonès.
Una falta de comunicación entre instituciones que pone en riesgo la vida de los ciudadanos catalanes ya que, tal y como ha recordado Cívico, la Benemérita no sólo tiene la competencia de la vigilancia costera, sino que también tiene capacidades sobre terrenos complicados, que podrían dar un servicio más adecuado a las demandas ciudadanas que los Mossos d'Esquadra o los agentes rurales.
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'Boicot', denuncian desde la Jucil. que tiene como único objetivo acabar con la presencia de la Guardia Civil en Cataluña, aunque esta decisión totalitarista conlleve la pérdida de vidas humanas.
Unas vidas que no parecen importar a la Generalitat, que sigue ahogando a sus ciudadanos con medidas económicas incoherentes, desprotegiéndolos con el boicot a la Benemérita, y ridiculizándolos, con su desafío al Estado español, mientras ellos se llenan los bolsillos hablando de independencia, libertad y democracia.