Lorraine Cutier es una de las influencers más conocidas de Brasil, teniendo más de 50.000 seguidores en sus redes sociales, donde no dudaba en compartir fotografías subidas de tono, así como otras demostrando los grandes lujos de su día a día.
Lujos que muchos habían vinculado con su vida de influencer, así como de una posición familiar adinerada... sin esperar la oscura verdad que se ocultaba tras las brillantes y atractivas fotografías de la joven.
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Y es que, detrás de ese cuerpo escultural y esa cara de ángel, Lorraine Cutier ocultaba un lado oscuro: el de la gatinha de Cracolandia; asi pues, la famosa influencer, por la noche, se convertía en una vendedora de droga exitosa en uno de los barrios más peligrosos de Sao Paulo, Cracolandia.
Algo que ha salido a la luz después de que la joven, con apenas 19 años de edad, fuese detenida en su casa de Barueri junto a su novio, Andre Luis Santos, también implicado en el tráfico de drogas.
Asegura que las drogas son para consumo propio
Durante la redada policial en el domicilio de la influencer, se encontraron cerca de 400 dosis de crack, marihuana, éxtasis y cocaína.
Una tenencia ilícita de drogas de la que la influencer consiguió librarse en un primer momento con un arresto domiciliario, ya que Lorraine tiene a su cargo a su pequeña hija, de solo 9 meses de edad.
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Sin embargo, este arresto domiciliario no pareció demasiado castigo para la joven, que era detenida unos días después tras volver a las calles de Cracolandia; un segundo presunto delito que la ha llevado a acabar en prisión provisional, mientras que sus abogados siguen defendiendo que se trata de una "niña que sufre", y que compraba droga para consumo propio, y nunca formando parte de una red de narcotráfico.