Lo avisó Antonio Catalán, hace un par de días, como máximo responsable de AC Hoteles. “El turismo de Cataluña va hacia el suicidio”. Dicho y hecho, ya hay datos que demuestran la veracidad de esa frase.
Cataluña, en 2017, antes del golpe a España tenía una enorme tasa de turistas. Esa tasa se ha rebajado, severamente, y alcanza solo el 15’4% medio de turistas durante los primeros nueve meses del año.
2’3% menos
La bajada del turismo también la comentó Carlos Rivadulla, vicepresidente de Empresarios de Cataluña: “El sector de la hostelería ha notado bajadas de hasta un 30% en el turismo de perfil medio-alto que al final, es el que más ingresos supone”.
“Serán medibles en 4 o 5 años”
“Los separatistas juegan con esa ventaja de falta de perspectiva y con unos resultados que no serán medibles hasta dentro de 4-5 años”, prosigue también avisando de los peligros turísticos del procés.
Situación de inestabilidad
Rivadulla, a su vez, habla de inestabilidad en territorio catalán: “La política separatista ha creado un situación de inestabilidad que ha contagiado al turismo de Cataluña“, finalizó