"Queda expresamente prohibida la introducción de los aparatos destinados a la comunicación y sus componentes, tales como, entre otros, ordenadores, agendas electrónicas, grabadoras, cámaras fotográficas o telefonía móvil".
Así reza la circular 2/2008 del reglamento penitenciario, considerando a estos y otros objetos un posible "peligro para la seguridad" del centro penitenciario en cuestión. Una normativa que Albert Botran, diputado de la CUP en el Congreso, decidía inringir este miércoles durante su visita al rapero Hasél en la cárcel de Ponent, Lérida.
Y es que, a pesar de que la norma deja claro que los visitantes tienen terminantemente prohibido utilizar el teléfono móvil en el interior de la prisión, el diputado de la CUP no dudó en omitir la regulación penitenciaria vigente para hacer una nueva acción propagandística a favor de los intereses de la CUP y de los movimientos radicales independentistas.
Amnistía Internacional intoxica difundiendo mentiras sobre Pablo Hasél
"Un buen rato con Pablo Hasél en la prisión de Lleida" escribe Botran en su cuenta oficial de Twitter, demostrando una vez más que los radicales catalanistas están por encima de las normas y las leyes que debe acatar el resto de la ciudadanía.
Apoyo expreso a las movilizaciones violentas
"Contento con todas las movilizaciones, especialmente, que estén conectando su encarcelamiento con el malestar y las luchas sociales, contra el Régimen del 78. ¡Debemos continuar en las calles, hasta liberarlo!" ha asegurado el diputado de la CUP en su mensaje de la red social.
Un mensaje que no sólo ofrece a los radicales el apoyo expreso de la CUP y del rapero Hasél, sino que incita a estos violentos a continuar con sus acciones delictivas en la Ciudad Condal y otras grandes ciudades catalanas.
Lorena Roldán y Eva Parera generan mal rollo en el PP catalán
Ciudades que, desde hace semanas, y especialmente en Barcelona, ven arder su mobiliario urbano, así como vehículos privados, mientras los violentos, bajo la premisa de defender la 'libertad de expresión' y al rapero Hasél, destrozan locales, sedes bancarias, terrazas, y saquean tiendas sin pudor.