Los smartphones contienen mucha información de los propietarios del terminal y una de las 'obligaciones' es intentar proteger todo el contenido que se almacena dentro del dispositivo.
Por ello, cada teléfono móvil ofrece una serie de opciones para bloquear y desbloquear el terminal. El patrón, el código PIN (4 dígitos), el sensor de huella y la contraseña de letras y números son los más habituales.
Cinco apps que debes borrar de tu smartphone por la salud de tu memoria
Según Google, el más seguro de todos ellos es la contraseña, siempre y cuando el propietario del smartphone mezcle letras y números. De esta forma, el contenido del teléfono estará protegido.
Es la opción más segura porque es la más difícil de descifrar para los hackers. Estos piratas informáticos tienen más problemas para hacerse con una contraseña de este tipo aunque no es imposible que la consigan.
El épico troleo de Xiaomi y Samsung a Apple tras el lanzamiento del iPhone 12
Sin embargo, es más sencillo que descifren un PIN de cuatro números que una contraseña de 6 u 8 caracteres en los que hay mayúsculas, minúsculas, letras y números.
Lo mismo sucede con el patrón. Hay decenas de combinaciones para el patrón pero cualquier persona podría descifrarlo si tiene paciencia ya que es cuestión de probarlas. Los hackers pueden saber la combinación de movimientos sin necesidad de hacer todas las pruebas.
¿Cuánto tiempo puede sobrevivir el coronavirus en los teléfonos móviles?
El sensor de huella y el reconocimiento facial son los menos utilizados pero podrían ser desactivados por los piratas informáticos de una forma muy simple, sobre todo el segundo de ellos ya que algunos smartphons se desbloquean si se pone delante una fotografía de su propietario.
Por lo tanto, ante la duda, lo más recomendable es apostar por una contraseña en la que se mezclen letras mayúsculas, letras minúsculas y números aunque cualquiera de los citados anteriormente es seguro.
El contenido de los smartphones
Otra solución, además de poner uno de los bloqueos citados anteriormente, es no tener información relevante o comprometida en los teléfonos móviles por si el terminal es hackeado.
Eliminar las fotografías o vídeos que puedan generar problemas y borrar las conversaciones con los contactos (tanto SMS como Whatsapp u otras aplicaciones de mensajería instantánea) pueden ayudar a que el propietario del dispositivo esté más tranquilo en este aspecto.