A Franciso Nicolás Gómez Iglesias, popularmente conocido como El Pequeño Nicolás, se le va a caer el pelo. Se enfrenta a una petición de 30 años de cárcel.
El Pequeño Nicolás ya no es tan pequeño. A sus 25 años se espera de él una madurez que todavía no ha mostrado porque lo suyo se quedó en precocidad y nada más. En precocidad delictiva. (El Pequeño Nicolás vuelve al banquillo de los acusados por estafa)
Ahora se enfrenta al juicio que pasa cuentas a su vida, en donde ya no le valdrá, como sucedió hace unos años, que su defensa alegue que sufre un trastorno mixto de personalidad narcisista de carácter grave que le lleva a distorsionar la realidad. Ahora no podrá irse de rositas, tendrá que dar explicaciones.
Los delitos que se le imputan al Pequeño Nicolás
La Fiscalía y Podemos, que se presenta como acusación popular, piden penas de hasta 30 años de cárcel para él por hacerse pasar por un asesor del Gobierno para estafar a un empresario de Toledo y por crear una red para obtener información confidencial de las bases de datos policiales. El Ministerio Público le pide un total de 15 años y 9 meses de cárcel por ambos temas. Pero hay más. También se le imputan delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial, estafa, integración en grupo criminal, descubrimiento y revelación de secretos, y cohecho pasivo. (¡¡Detienen al 'Pequeño Nicolás' borracho tras intentar apuñalar a un camarero!!)
Después de una temporada de baja exposición mediática, el Pequeño Nicolás ha reaparecido con fuerza en las últimas semanas montando su propio partido político, recuperando protagonismo en los platós de televisión, preparando sus memorias televisivas y revolucionando la noche madrileña con agresiones a camareros.
La investigación judicial puesta en marcha trata de demostrar la personalidad de estafador que se esconde detrás del Pequeño Nicolá. (El Pequeño Nicolás ve la luz: "¡¡Gracias a Dios que vivo en Madrid y no tengo que sufrir lo que pasa en Barcelona!!")
El diario El País ha resumido los casos que envían al Pequeño Nicolás al banquillo de los acusados:
Viaje a Ribadeo. En este juicio, suspendido en mayo, se acusa a Iglesias de hacerse pasar por emisario de Felipe VI y fijar un almuerzo con el presidente de Alsa, Jorge Cosme, en un restaurante de Ribadeo (Lugo). Antes de viajar, contactó con el Ayuntamiento y la Policía Local, que le prepararon una comitiva de bienvenida al convencerles de ser un enviado del Rey.
Examen de Selectividad. La juez también lo envío al banquillo, junto a un amigo y a una funcionaria de policía, por haber participado en la falsificación del DNI del Pequeño Nicolás para que el amigo hiciera la selectividad en su nombre.
Estafa en Toledo. El joven se presentó ante un empresario como intermediario del Gobierno que supuestamente podía facilitarle la venta de un inmueble en Toledo. Habló en nombre de la entonces vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y entregó documentación con membrete del Ejecutivo.
Datos confidenciales. Con la ayuda de policías municipales, El Pequeño Nicolás accedió supuestamente a bases de datos de Interior, con información como placas de matrículas, líneas de teléfonos o números de identificación.