La fiscalía mantiene que el acusado violó a la niña Laia antes de matarla

La fiscalía mantiene que el acusado violó a la niña Laia antes de matarla
La fiscalía mantiene que el acusado violó a la niña Laia antes de matarla

La niña Laia bajaba por las escaleras del piso de sus abuelos al portal, en donde le esperaba su padre. Pero no la volvieron a ver viva. Por el camino desapareció y apareció muerta y violada, según la fiscalía y la acusación particular. El asesinato de la niña Laia conmocionó a Vilanova i la Geltrú en 2018 y ahora espera la decisión del tribunal.

El juicio sobre el crimen de la niña Laia, de 13 años, que tuvo lugar en Vilanova i la Geltrú en 2018, avanza hacia su final en la Audiencia de Barcelona. Tras la declaración del acusado, que asegura haber confundido a la víctima con un ladrón, la fiscalía y la acusación particular niegan ese punto y afirman que hubo violación.

En sus informes finales la representante del ministerio público y el abogado de la familia coinciden en que el acusado, Juan Francisco L., introdujo a la pequeña en su domicilio para agredirla sexualmente y luego la mató.

El acusado dice que la confundió con un ladrón

El acusado, de 46 años, admitió ser el causante de la muerte de Laia, aunque alega que se trató de un homicidio imprudente porque la confundió con un ladrón mientras permanecía bajo el efecto de las drogas y alterado por el estado terminal de su madre, que falleció al día siguiente.

Pero el fiscal ha recordado que 40 de los 42 testigos que han desfilado ante el Tribunal del Jurado en la Audiencia de Barcelona rechazaron que este mostrase una conducta extraña aquel día. "Dijeron que lo vieron 'perfectamente normal'. ¿Todos están contra él?", ha preguntado. "Nadie vio signos de euforia o excitación, sino que estaba perfectamente duchado", y le ha echado en cara "la escena de las bolsas", refiriéndose a que una vez perpetrado el crimen salió a la calle con unas bolsas de basura, tras limpiar los restos de sangre con lejía y meter el cuerpo en un armario.

Y tiró las bolsas en una zona alejada de su vivienda a pesar de que disponía de cinco contenedores delante de su casa, pero se fue lejos. El abogado Zaya ha añadido: "todo para que la policía no las encontrase". 

Según el fiscal y el letrado, quería deshacerse del cadáver, pero "le faltó tiempo". Primero escondió el cuerpo en el armario de su habitación y luego, bajo su colchón. "Estaba en sus labores de hacer desaparecer el cadáver cuando le llaman a la puerta". Y aparecen los tíos de Laila para preguntarle si sabía algo de la niña, dentro de la batida puesta en marcha por los vecinos.

Laia desapareció cuando bajaba las escaleras desde el piso de sus abuelos mientras su padre la esperaba en el portal de la calle. Pero nunca apareció. Se perdió por el camino. Juan Francisco respondió no saber nada de la niña, pero en una segunda visita un familiar localizó el cadáver de la niña debajo del colchón.

La autopsia ha certificado la muerte de la niña por asfixia con las manos y por la presión de una correa de perro en el cuello. El fiscal ha indicado al respecto que "es la forma más personal de matar. El que mata está viendo a la víctima y no es una muerte instantánea, es lenta y agónica. Todo esto nos lo han dicho los forenses"

La defensa también ha desmontado la tesis de la confusión de la niña con un ladrón, dado que es imposible confundir a una niña de 37 kilos con alguien que según el acusado forcejeó con él, que mide 1.79 metros y pesa 95 kilos, obligándole a "defenderse con todas sus fuerzas". La investigación concluye que a la niña Laia "se le produjo gran sufrimiento, decenas de golpes y heridas en la cara, el tórax y la espalda". Unas producidas anters y otras después del crimen. "Si hubiera sabido que era una niña hubiera parado", ha dicho el acusado en su defensa.

La investigación apunta a un móvil sexual: "A una niña, convendrán, no se la coge para robarla, tampoco para jugar, y en este caso tampoco para secuestrarla y pedir un rescate, sino para agredirla sexualmente", ha reflexionado la fiscalía. Y en ese sentido ha recordado que "las preferencias sexuales del acusado son amplias e incluyen a las niñas". Y lo ha probado recordando que en el vaciado del teléfono del acusado se encontraron busquedas de "niños follando con adultos", con hasta 13 enlaces diferentes y sexo "con chinas".

Además, el cuerpo sin vida de Laia apareció semidesnudo, sin el pantalón, algo que el acusado justificó con la posibilidad, "que ofende a la inteligencia", de que 'igual se le había desabrochado un botón y se cayó' durante el forcejeo". Los forenses detectaron restos de semen y de sangre de la niña en sus calzoncillos y el cuerpo de la niña mostraba una lesión sexual.

La fiscalía y la acusación particular solicitan prisión permanente revisable para Juan Francisco. La defensa negó en todo momento que se produjera actividad sexual en la muerte de la niña. "Nunca toqué a la niña en los genitales y creo que ha quedado claro que no hubo absolutamente nada", ha insistido el acusado.

El juicio quedapendiente del veredicto del jurado.