La Fiscalía del Tribunal Supremo tiene sospechas de que sus homólogos en Bélgica no entregarán al prófugo Puigdemont por un delito de sedición tal y como pidió Pablo Llarena en la nueva euroorden.
Su tesis recae en que el delito de sedición en el país belga es “un delito menor” y que se podría equiparar a una infracción de desorden público. Una infracción que no contempla la gravedad necesaria para extraditar al golpista.
Sí sería entregado por rebelión
En cambio, si el ex presidente estuviera en busca y captura por un delito de rebelión, sí sería entregado a las autoridades españolas, debido a que “el delito de rebelión incluye violencia, atenta contra el corazón del Estado, contra la base del sistema democrático y de eso es más difícil librarse”.
Ser condenado por rebelión podría suponer una pena de hasta 30 años, en vez de 15 por sedición.
No saldremos de dudas hasta el 29 de octubre
El tribunal de primera instancia belga celebrará una audiencia el próximo día 29 de octubre para tomar una decisión sobre la euroorden. Puigdemont ya se entregó a la autoridades el jueves por la mañana.
Por el momento, el juez decidió dejarle en libertad sin fianza pero con medidas cautelares. No puede salir del país sin avisar y debe comunicar cuál es su residencia.
Podría ser entregado por malversación
En el caso de la Cámara del Consejo decidiese entregar a Puigdemont por el delito de malversación, España no aceptaría la entrega, ya que no podría ser juzgado por sedición como el resto de los golpistas.
Pero el juez Pablo Llarena, instructor del juicio al procés, no desactivará la euroorden, ya que es posible que otros países de la Unión Europea sí contemplen el delito de sedición después de una sentencia firme dictada por el Tribunal Supremo.