La noticia de que un joven homosexual había sido agredido en el barrio madrileño de Malasaña por un grupo de encapuchados, que le grababan en el glúteo la palabra 'maricón' con un cuchillo, pronto se convertía en un fenómeno viral, tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación, donde personajes famosos y figuras de la política actual condenaban los sucesos.
Una situación 'engrandecida' por el ministro de Interior y sus socios de Gobierno, que no dudaban en condenar lo sucedido, y vincular a los agresores con radicales de la ultra-derecha más cercana a Vox.
Sin embargo, pocas horas después, la Policía confirmaba sus sospechas: la denuncia del joven, tal y como él mismo confesaba a los agentes, era falsa; una mera excusa para intentar evitar ser pillado en una infidelidad por su pareja.
Algo que hacía que todas las miradas se pusieran sobre el ministro de Interior, que negaba ante las cámaras haber tenido información ninguna de que la Policia, estando el cuerpo bajo su mando, desconfiase de la versión del joven, acusando al propio cuerpo policial de no haberle infomado correctamente del suceso.
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Sin embargo, las explicaciones ofrecidas por el ministro socialista no parecen ser suficientes para los partidos de la oposición, que han cargado duramente contra la utilización propagandística que el Gobierno ha hecho de este suceso, enmarcándose como los únicos defensores del pueblo contra la homofobia.
"Es repugnante la utilización de la violencia con fines partidistas del Gobierno" ha criticado Isabel Díaz Ayuso, asegurando que Marlaska "tiene que dimitir porque está completamente desautorizado".
La polémica se cierne sobre Interior
"Marlaska es un mentiroso compulsivo" ha criticado el líder de Vox, Santiago Abascal, en el programa de Ana Rosa, donde ha cargado contra el Ejecutivo y su 'obsesión' con culpar a su formación de todos los sucesos homófobos.
Críticas que se suman a las que el ministro de Interior ha acumulado en los últimos meses, tanto en la tensa situación diplomática con Marruecos, la devolución de menores a Ceuta, o el cese del coronel Pérez de los Cobos, que hacen que, cada vez más, voces dentro de la política y de la opinión pública exijan el cese inmediato de Marlaska.
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"Debería dimitir, desde luego, con todo lo que ha ocurrido, y con este cúmulo de desaciertos y bajezas morales" ha asegurado Begoña Villacís.
Algo que podría producirse después de las declaraciones del ministro de Interior sobre el caso del joven de Malasaña, siendo este suceso el último de una larga lista que, sin embargo, evitó cualificar el presidente del Gobierno durante su 'renovación' del Ejecutivo, manteniendo a uno de los ministros más desgastados y polémicos al frente de la cartera de Interior.