Kiko Matamoros es el gran villano de Sálvame. El colaborador del programa de Telecinco tiene muchos enemigos dentro del espacio y de la productora La Fábrica de la Tele por su carácter vehemente y por su forma de ver las cosas, alejada del cinismo con la que otros tratan según qué asuntos. Su presencia, sin embargo, es imperiosa porque da audiencia (y por tanto, dinero) tener a alguien así. Eso no significa, eso sí, que ese papel no lo pueda ejercer otra persona.
Esto es lo que La Fábrica de la Tele habría intentado en los últimos tiempos buscándole un sustituto a Matamoros después de que el intento de poner a Rafa Mora en su lugar haya fracasado. El ex viceverso no da la talla, no tiene la fuerza de Matamoros para los enfrentamientos y se achanta con facilidad. Por eso intentaron fichar a Carlos Lozano.
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En una reciente entrevista con La Razón, el presentador ha reconocido que está tomándose un tiempo de descanso de la televisión, viviendo en el campo: “Estoy desaparecido porque he querido y me hacía falta perderme. Yo tenía un desorden muy grande y necesitaba organizar mi vida”, ha reconocido, después de haber protagonizado varias polémicas en los últimos años.
No obstante, Lozano tiene abiertas las puertas de Mediaset ya que ha recibido ofertas para volver y tarde o temprano lo hará. Una de esas ofertas, según apuntan otros medios, procede del propio Sálvame para ejercer como colaborador habitual. Muy del perfil de Matamoros, Carlos Lozano puede ser el hombre que consiga que La Fábrica de la Tele pueda prescindir de Kiko.
Kiko Matamoros, un colaborador incómodo
Y es que Kiko Matamoros ha resultado siempre un colaborador muy incómodo para Sálvame. Su opinión normalmente suele ser contraria a la de la mayoría, defiende su forma de entender los asuntos con vehemencia y nunca se muerde la lengua para decir lo que opina aunque sea políticamente incorrecto. Este comportamiento choca dentro de un plató lleno de hipócritas.
Con el tema de Rocío Carrasco y Antonio David, Matamoros ha ido siempre contra la productora, defendiendo al ex guardia civil e intentando que quedara claro que debía prevalecer la presunción de inocencia. Para Kiko, la hija de Rocío Jurado no se ha comportado bien y la docuserie ha sido una pantomima.
Tal vez haya sido la guinda definitiva para que en Sálvame quieran prescindir de él y buscar sangre fresca. Antes de despedirlo, claro está, La Fábrica de la Tele tiene intención de ponerle al lado a Carlos Lozano para ver hasta dónde pueden llegar y si Lozano es lo suficientemente duro como para ocupar el puesto.
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Una puñalada en toda regla para un colaborador histórico. No sería el primero que acaba marchándose por la puerta de atrás por el comportamiento de los capos de Sálvame. No quieren que nadie pueda poner en duda su relato y mostrarles, ante el espejo, la clase de programa en que se ha convertido lo que antaño fue el formato estrella de Telecinco.