El Gobierno de España, liderado por el socialista Pedro Sánchez, se ha excusado en la "europeización" para fulminar el delito de sedición del Código Penal. Sin embargo, el relato se les ha desmontado por completo ya que la Unión Europea no ha pedido en ningún momento esta reforma.
Según ha explicado el medio de comunicación OK Diario, la propia Comisión Europea se llegó a pronunciar cuando, en 2020, la entonces vicepresidenta Carmen Calvo señaló que "Europa manda un mensaje" para reformar la sedición. La Unión Europea dejó bien claro, en ese momento, su postura.
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"Las posibles reformas del Código Penal son competencia de los Estados miembros. No ha habido recomendaciones de la Comisión en este caso, es una competencia de los Estados miembros", explicó el portavoz de Justicia, Christian Wiegand, para desmarcarse de lo que dijo Carmen Calvo.
El Gobierno de España quiere "armonizar" el delito de sedición con el de otros países europeos. Con esta excusa pretende silenciar a las voces más críticas y, de paso, hacer una concesión a los independentistas catalanes para que le apoyen en este último año de legislatura y tras las elecciones generales.
La realidad es que ni las instituciones comunitarias han enviado ningún mensaje al Gobierno, ni tampoco existe entre los países del entorno una definición común para la sedición. De hecho, delitos similares se castigan con penas más duras en varios países de la Unión Europea.
En Alemania, el delito de "alta traición" está castigado con penas que van desde los 10 años de prisión hasta la cadena perpetua. En Francia también se contempla la máxima condena para aquellas personas que intenten fracturar el país o dar un golpe de Estado dentro de sus fronteras.
En Italia, las condenas son de 12 años de cárcel para quienes promuevan la independencia o quieran fracturar el país. Asimismo, en Portugal, el país vecino, las penas de prisión ante un golpe de Estado o cualquier acción que amenace la unidad del territorio luso ascienden hasta los 20 años.
Una excusa para tener contentos a los independentistas
El relato de Pedro Sánchez, viendo como afrontan nuestros países vecinos los delitos de sedición ante los tribunales, se desmonta por completo ya que en todos ellos las penas de prisión son superiores a las que hay actualmente en España. Por lo tanto, lejos de "armonizar", el líder del PSOE se distanciará aún más.
La realidad es que Pedro Sánchez quiere tener contentos a los separatistas catalanes y está dispuesto a lo que haga falta con tal de tener su apoyo para este último año en la Moncloa y las elecciones generales. Eso sí, les está poniendo en bandeja un nuevo golpe de Estado en el futuro.