La ex de Gabriel Rufián le sacude un bofetón tremendo publicando este vídeo íntimo

Gabriel Rufián y Mireia Varela, madre de su único hijo, pusieron fin a su relación sentimental hace más de cuatro años

La ex de Gabriel Rufián le sacude un bofetón tremendo publicando este vídeo íntimo
La ex de Gabriel Rufián le sacude un bofetón tremendo publicando este vídeo íntimo

El político independentista de Esquerra Republicana Gabriel Rufián y Mireia Varela, madre de su único hijo, pusieron fin a su relación sentimental hace más de cuatro años pero ella aún no lo ha superado.

Mireia Varela ha aprovechado desde entonces para reflejar sus sentimientos en las redes sociales haciendo referencia al portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso de los Diputados, que actualmente está saliendo con la periodista Marta Pagola.

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Ahora, Mireia Varela ha soltado un bofetón de dimensiones monumentales a Gabriel Rufián con un vídeo íntimo y un mensaje largo y contundente. Aunque no ha dado nombres, todos saben que el destinatario es el político independentista.

"Tenía la manía de proyectar mi estado de ánimo sobre las personas que me rodeaban. Siempre pendiente de que todo estuviera a gusto del otro. Creía firmemente que sanando las heridas de los demás, podría curarme yo", ha comenzado.

"Procuré por tanto tiempo provocar sonrisas en una boca que hoy ni siquiera pronuncia mi nombre. Velé el sueño de alguien que ya duerme tranquilo en otras camas", ha añadido la ex pareja sentimental de Rufián.

Mireia Varela no se ha mordido la lengua sobre lo ocurrido en el pasado. "Pasé días pensando en una persona que ahora apenas puedo traer a mi memoria. Aquello que pensé que me mataría de dolor, hoy solo me despierta indiferencia".

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La ex pareja de Rufián ha apuntado y disparado contra el separatista. "Dejé de hacer cosas por alguien y ahora se dedica a hacerlas sin mí. Guardé silencio, cuando hubiera tenido que hablar, y ahora no sé qué hacer con tantas verdades dentro y tantas mentiras ahí fuera. Escondí secretos y me jugué el tipo sin obtener ni siquiera 'un gracias'. Demasiado complaciente, para el poco placer que obtuve. Puede que el tiempo y la distancia sean importantes para cambiar, pero el cambio viene de dentro, de uno mismo. Ni todo el empeño, ni esfuerzo ni ayuda que recibí surgieron efecto hasta que mi mente hizo ese 'click'".

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"Pero ese "click" no es definitivo. Hay días en los que me acomete un caos de nostalgia que doblega todas mis resistencias y hay noches que me abandono a la pena del recuerdo lacrimoso. Muchas mañanas al despertar, me pregunto si vale tanto sufrimiento el estar aquí y me obligo a contestarme que sí. Porque no siempre puedo con todo, porque no siempre estoy bien. A veces flaqueo, a veces me cansa tanto obstáculo, unos días tengo ganas de cantar, otros de gritar, muchos tengo ganas de llorar y, a pesar de todo, estoy bien, simplemente bien. Si dicen que vivir es el gran triunfo habrá que aceptar, entonces, todas las derrotas que vengan. Y mientras voy coleccionando fracasos, desengaños y sumando cicatrices, esperaré que a la vuelta de la esquina cruce la mirada con unos ojos que se emocionen al verme", ha sentenciado.