La estrategia de Íñigo Errejón pende del hilo que prenderá Pablo Iglesias

El líder de Más Madrid pide a Podemos que rebaje su sectarismo

La estrategia de Íñigo Errejón pende del hilo que prenderá Pablo Iglesias
La estrategia de Íñigo Errejón pende del hilo que prenderá Pablo Iglesias

Íñigo Errejón asume que "hay claramente un espacio para otra fuerza progresista no sectaria", en claro dardo a Podemos. El líder de Más Madrid se muestra dispuesto a pelear por la batalla estatal en 2023: "En política he aprendido a no descartar casi nada. Pero no estamos en eso sino en construir Más Madrid. Que eso luego sirva de inspiración para otros lugares nos alegraría, pero los tiempos de la política y los de la actualidad no son los mismos". 

Salto estatal

El exnúmero dos de Podemos admite que su hipotético salto estatal se utiliza para presionar a Iglesias: "Hay una parte de eso sin duda. Pero puede que haya gente que de buena voluntad lo espere, o lo desee. En un momento de expansión de PSOE, nosotros hemos sacado un resultado sin parangón desde posiciones alternativas al PSOE. Puede haber mucha gente que lo vea con una legítima y para mí encantadora esperanza, pero tenemos que decir que vamos a construir Madrid". 

En El Mundo admite que las negociaciones para sacar adelante la investidura no van por buen camino: "Pinta mal. Están entrando en un camino peligroso en el que la confianza se va mermando cada día más. Eso ocurre cuando tu objetivo es ganar al contrario el relato de la negociación, en lugar de consensuar lo que entiendes mejor para el país". 

Y asegura que "la desconfianza es una autovía exprés hacia la repetición de elecciones. Habría que pedir responsabilidad a ambos, porque en 2016 el electorado penalizó a una parte, pero esta vez puede penalizar a las dos y entonces tendremos a la izquierda peleándose por buscar al culpable de tener un Gobierno del PP con Vox como manijero".

Podemos-IU

Errejón también compara la evolución de Podemos hacia posiciones cercanas a IU: "Por usar una metáfora comercial, aunque la política no tenga nada que ver, es como si la Pepsi se comprara la Coca Cola, después la fábrica de Coca Cola se pusiera a hacer Pepsi y luego se quejara de que la compran como a la Pepsi. Claro, es que eso ya existía".