Pedro Sánchez ha creado una imagen idílica y pacífica de nuestro país que no se corresponde con la realidad. El presidente del Gobierno ha ido creando incontables cortinas de humo para tapar los fracasos de sus años de Gobierno, pero estos preocupantes datos son imposibles de ocultar a todos los españoles. Los ciudadanos están más preocupados que nunca.
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El aumento de la violencia generalizada en ciertas zonas del país acaba pasando factura. La Fiscalía General del Estado ha lanzado su memoria del año 2021, que constata los pobres resultados que Sánchez y sus lacayos autónomicos tienen a la hora de frenar el crimen y la delincuencia. Según señalan los magistrados, "en 2021 se tramitaron 1824 procedimientos penales por delitos de odio en los juzgados de instrucción, un 27% más que en el ejercicio previo, y se registraron 195 escritos de acusación por parte de la Fiscalía, un 44,4% más".
Esta situación es especialmente preocupante y deja en una posición débil a Pedro Sánchez y su séquito de ideólogos, inmersos en una cruzada constante contra la desigualdad que no parece estar resultado muy efectiva. El aumento de los delitos de odio es una tendencia muy alarmante para la Fiscalía General del Estado, que no duda en señalar al racismo y la xenofobia como la causa principal de estos crímenes: un 38,4% de los delitos de odio en España se deben a estos desencadenantes.
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Este organismo judicial también ha remarcado la inestabilidad y polarización política como uno de los agravantes de estos delitos de odio, especialmente debido a la nefasta gestión de Pedro Sánchez que tantas críticas ha despertado entre la población española. La Fiscalía General del Estado llama moderar los discursos de todos los partidos políticos. Asimismo, recomienda al Gobierno que de una "dura respuesta penal" a los discursos de odio, que en ningún momento deben ser tomados a la ligera.