El Rey Emérito Juan Carlos concedió una entrevista, ‘Yo, Juan Carlos, rey de España’ a Francia. El documental fue vetado en España ya que ofreció más detalles de la cuenta.
La revista Point de Vue ha emitido fragmentos sobre ese documental, en forma de entrevista, y ha lanzado las declaraciones que hizo el rey Juan Carlos en territorio francés. (¿Qué ha sido de Eva Sannum, la novia del escotazo del rey?)
"Nací en Roma y viví en Suiza antes de instalarme en Portugal. No reinaba un sentimiento de nostalgia en casa. Siempre teníamos muchos amigos y primos con los que jugar. Los hermanos nos queríamos mucho y estábamos muy unidos a nuestros padres. No estábamos solos. Portugal nos acogió muy bien. Es una especie de segunda patria para mí. Tengo muy buenos amigos y hablo portugués", explica sobre su infancia el Rey Emérito.
"Mi abuela era una segunda madre para mí. Era una mujer excepcional, con un carácter fuerte. La quise mucho. Desempeñó un papel muy importante en mi vida. Mi relación con mi madre también era excelente. Me acuerdo de que cocinaba muy bien, le encantaba", siguió explicando en la entrevista con el medio francés.
"Recuerdo que no me gustaba la piña y que tenía que comerla todo el tiempo. En Portugal era muy barata y nos la ponían para comer y cenar todos los días. Cuando llegué a España descubrí las naranjas... Una maravilla. Hoy en día me sigue sin gustar la piña", comentó a modo de anécdotas en terreno luso.
Sobre su primera vez que pisó España, el Rey Juan Carlos asegura lo siguiente: "Estaba muy emocionado cuando llegué a la estación. Y totalmente aterrorizado. Tenía 10 años cuando conocí a Franco y estaba bastante impresionado. En su mesa había un montón de cosas raras y en sus pies jugueteaba un ratón que yo no podía dejar de mirar".
Franco fue como un padre para Juan Carlos y así lo asegura durante el documental: "Cuando su relación era buena estudiaba en España, cuando era mala, lo hacía en Portugal. No me quedaba otra que aceptarlo. Franco no fue mi mentor. Fue mi padre, a pesar de la distancia. Franco era una persona hermética que no hablaba mucho. Me escrutaba todo el rato e intentaba descifrarme".
"Alfonsito y yo éramos muy cómplices. Lo quería mucho. Era muy simpático y despierto. Jugaba muy bien al golf. Lo sigo echando mucho de menos. Perder a mi padre también fue un momento realmente duro, era mi aliado más fiel. Le contaba todo. Lo enterré como rey, se lo merecía. Dedicó toda su vida a España, sacrificó su persona por el bien de un país. Esa es la grandeza de ese hombre y tuve la suerte de que fuese mi padre", argumenta.
Fue coronado el 22 de noviembre de 1975: "Estaba muy agobiado por mi discurso, no había dormido y tenía unas ojeras... Lo había reescrito al menos 10 veces. Mi primer discurso como rey fue un verdadero bautizo de fuego", explica sobre ese momento crucial de su vida.
Sobre cederle el trono a su hijo Felipe VI argumentó lo siguiente: "Ha estudiado más que yo, una carrera brillante en España y luego la continuó en Estados Unidos, además de pasar por tres academias militares. Cuando mis hijas se casaron y se fueron de casa, él se quedó y tuvimos la oportunidad de vernos a solas, de comer juntos, de comentar la actualidad, de debatir. Esos momentos privilegiados fueron muy importantes para mí".
"No se enseña a ser rey. Se puede transmitir valores y se puede dar ejemplos, pero hace falta aprender este oficio por uno mismo. Felipe lo hará a su manera. Y lo hará muy bien", apuntilló para finalizar la entrevista que no querían emitir en España.