El presidente, Donald Trump, ha vuelto a hacer de las suyas.
Esta vez ha sido una provocación sin precedentes del Presidente de los Estados Unidos al incluir a la Guardia Revolucionaria de Irán en la lista negra de organizaciones terroristas.
La respuesta de Teherán no se ha hecho esperar
El presidente iraní, Hassan Rohani, había hecho las mismas declaraciones en dirección contraria cuando acusó a Washington de "estar a la cabeza del terrorismo internacional".
Un cruce de acusaciones que, cuanto menos, es grave.
Para Rohani, los miembros de la Guardia Revolucionaria son los protectores de Irán y siempre se han mostrado participativos en "la lucha contra el terrorismo". Por eso tilda de "error" calificarles como organización terrorista extranjera.
“Este error unirá a los iraníes y los Guardianes se harán más populares en Irán... Estados Unidos ha utilizado a los terroristas como herramienta en la región, mientras que los Guardianes han luchado contra ellos desde Irak hasta Siria”, añadió.
Además, Teherán, habría reconocido al gobierno de Trump como "patrocinador del terrorismo".
Estados Unidos responde a Rohani
Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, aseguró que la designació sobre la Guardia Revolucionaria pretende aumentar la presión sobre Irán. De tal modo que quieren aislarlo y desviar aún más, algunos de los recursos financieros que usa para mantener el terrorismo y la actividad militante en el Oriente Medio.
Esta decisión es preocupante puesto que pone en una complicada situación a las tropas estadounidenses que se encuentran en Irak y que están cerca de las milicias chiítas proiraníes.
Para rizar más el rizo y devolvérsela a Trump, Teherán, añadió al Mando Central de Estados Unidos a su lista negra de terrorismo.