La cercanía de las elecciones generales provoca que gran parte de los políticos de nuestro país estén centrados en preparar la inminente campaña que se avecina. Sin embargo, otros están preocupados por los momentos finales de la misma, justo antes de las elecciones. Feijóo y Sánchez, los principales contendientes, no quieren perderlos de vista en ningún momento.
Una empresa de demoscopia ha encontrado la forma perfecta de evadir la prohibición de publicar sondeos y encuestas electorales durante los cinco días previos a la celebración de los comicios. La hilarante estrategia que trae de cabeza a muchos legisladores es usar frutas y verduras para representar a los partidos políticos, haciendo un símil fácilmente identificable por los ciudadanos.
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En lugar de votos o escaños en el Congreso de los Diputados, Electrograph hace uso de términos propios del sector, como precio o puestos de venta de estas curiosas 'frutas'. Todo comenzó con las elecciones de 2016, cuando los españoles querían conocer el avance de las encuestas en una de las elecciones más fragmentadas de la democracia moderna.
Desde entonces, Electrograph ha hecho uso de este sistema para evadir la ley electoral de 1985. Esta norma ha limitado durante muchos años el trabajo de los expertos en demoscopia, que llevan años reclamando la retirada de esta prohibición. Incluso varios politólogos españoles han solicitado su derogación, ya que consideran que publicar encuestas pierde sentido en una sociedad digital en la que sus ciudadanos pueden usar otros métodos para conocer de cerca el avance de los sondeos.
Electrograph, aunque ofrezca resultados que no se ajustan a la realidad, considera que su trabajo es fundamental: "Nos encantan los sondeos. Creemos que disponer de gran cantidad de ellos permite al público tener una imagen del estado de opinión de ese momento y contrastarlo con sus propias percepciones, independientemente del grado de acierto". La popularidad de este método se ha extendido a otras empresas de demoscopia, aunque su origen está en un medio de comunicación francés: en las elecciones de 2012, usaron temperaturas y ciudades para contar a los franceses la intención de voto de François Hollande y Nicolas Sarkozy.
Electromania prescinde de las frutas y las verduras para asumir el lenguaje de las banderas como forma de señalar los partidos políticos, también haciendo uso de sus colores principales. Estas divertidas formas de esquivar la prohibición de la ley electoral de 1985 ponen en jaque a muchos políticos. Feijóo y Sánchez no les van a perder de vista.
Gracias a estas encuestas que se publican en los últimos días, cuando en teoría no pueden existir estos datos, se pueden corregir muchos aspectos de la campaña electoral en un esfuerzo por intentar atraer el mayor número posible de votantes. Los comicios de 2023 estarán igual de disputados que los de 2016, fecha en la que se originó esta tendencia en nuestro país.
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Por ello, los líderes de PP y PSOE tienen claro que deben mantener su atención en los sondeos y encuestas hasta el mismo día de reflexión. Ahí, la suerte estará echada y los españoles habrán escogido a quién confían el destino del país por los próximos cuatro años.