A bombo y platillo, las principales organizaciones independentistas, con la ANC a la cabeza, han pasado las últimas semanas instando a la ciudadanía catalana a manifestarse este 11 de septiembre, día de la Díada, contra el Estado español y a favor de la independencia.
Un esfuerzo propagandístico que no se ha visto reflejado en los resultados: y es que, la fractura del bloque secesionissta, y el hastío de los ciudadanos catalanes son más que evidentes, registrándose en la díada 2021 una importante caída de participación.
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Así pues, mientras en la Diada de 2019, la última celebrada antes del coronavirus, la Guardia Urbana apuntaba cerca de 600.000 asistentes, este año, según la misma fuente, apenas se habrían rozado las 108.000 personas; una cifra que la ANC aumenta a 400.000 asistentes, siendo aún así, una cifra muy inferior a la celebraciones pasadas.
Los asistentes, principalmente concentrados en grupos de ultras y radicales independentistas, han avanzado por las calles de Barcelona con gritos de "puta España" y "viva Terra Lliure", produciéndose pequeños fuegos y celebraciones con bengalas en vía Laietana o Urquinaona, donde se han presenciado los Mossos.
La Jefatura, el punto de tensión de la manifestación
El momento más complicado de la jornada se ha vivido ante la Jefatura de la Policía Nacional, a donde llegaban los independentistas, y donde algunos radicales decidían romper la tranquila manifestación en el lugar con el lanzamiento de botes de humo y petardos, intentando a la vez mover las vallas de protección del exterior de la Jefatura.
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"Fuera las fuerzas de ocupación" se escuchaba en el lugar, donde los manifestantes han conseguido incluso encender un pequeño fuego en la fachada del edificio, sin que se hayan tenido que lamentar grandes destrozos.