El número de inscritos a la manifestación convocada por la ANC para la Diada del 11 de septiembre asciende a cerca de 60.000 personas, ha informado la entidad en un comunicado.
Se trata de una cantidad pírrica si tenemos en cuentas que en ediciones anteriores la asistencia se cifró en varios centenares de miles de ciudadanos.
La ANC admitió el pasado viernes que el número de inscritos hasta la fecha para participar en la protesta --37.500-- había caído un 25% respecto a los inscritos en las mismas fechas de 2018.
Pese a que todavía están lejos de los inscritos totales de la pasada edición --460.000--, la ANC celebra el "fuerte repunte" de inscritos que han advertido durante el fin de semana, que, sin embargo, se queda lejos, de las cifras de los últimos años debido al hastío que produce entre la ciudadanía el clima de confrontación política y fractura social que se vive en Cataluña.
También se consuela la ANC con el dato de que ha crecido el número de camisetas de la ANC vendidas que, si el viernes se situaba en 178.000, un 5% más de las que había vendido a finales de agosto de 2018, el lunes contabilizaban 185.000 --en el curso pasado se acabaron vendiendo 270.000, según la entidad--.
Del viernes al lunes se han reservado diez autocares más de los que se tenían apalabrados y ya son 460, aunque en 2018 el total de autocares completos que acudieron a Barcelona fueron 1.500.
"Si bien las cifras muestran un repunte significativo y un cambio de tendencia, la Assemblea hace una llamada a seguir agrandando las inscripciones, ya que son una herramienta necesaria para garantizar que todos los tramos de la concentración estén llenos y asegurar la buena organización", exponen en el comunicado.
El viernes la entidad independentista que preside Elisenda Paluzie interpretó que el descenso se debe a que este año, durante la protesta, no habrá ninguna 'performance' y "los asistentes no ven la necesidad de inscribirse pese a tener la intención de acudir" a la cita.
ZONA DE "PERSONAS REPRESALIADAS"
Además, la ANC ha explicado que esta edición de la manifestación que convocan contará con una "representación holgada de diversos colectivos y personas represaliadas".
"Es una apuesta clara para homenajear a la sociedad civil que sufre directamente la represión del Estado español de manera feroz y que, pese a todo, sigue plantando cara y no renuncia ni al objetivo: la independencia; ni a establecer una estrategia unitaria para conseguirlo", subrayan.