La desmemoriada Irene Montero se lleva un glorioso rapapolvo de Federico Jiménez Losantos a cuenta del FRAP

La incultura ha estado presente en el comunismo desde su creación

31 de Mayo de 2020
La desmemoriada Irene Montero se lleva un glorioso rapapolvo de Federico Jiménez Losantos a cuenta del FRAP
La desmemoriada Irene Montero se lleva un glorioso rapapolvo de Federico Jiménez Losantos a cuenta del FRAP

Hay pocas personas en este mundo que tienen el don de insultar sin utilizar palabras malsonantes. Federico Jiménez Losantos es uno de ellos. Su elegancia y cultura es de tal nivel que no le hace falta bajar a lo soez.

Sus ‘victimas’ preferidas son los comunistas y los incultos. Y ya no les digo los comunistas incultos, que, aunque parezca que esos términos vayan de la mano, hay personas que superan todas las expectativas.

Irene Montero

La ministra de igualdad, Irene Montero, es una de ellas. Losantos lo sabe y le excita. O más bien le irrita que puedan existir personas en este planeta de tan poco nivel intelectual que compartan el aire con él.

Así es como abre el artículo de este domingo:

“El cráneo previlegiado de la ministra de Igualdad, oquedad donde toda palabra es eco, todo concepto prestado y cada sílaba de alquiler, ha alumbrado esta semana una fórmula que ahorra toda investigación histórica y coloca lo que la Humanidad ha hecho hasta hoy, de idiomas a batallas, de basílicas a pantanos, de música a filosofía, bajo la sospecha de la identidad política del que lo cuente, que destiñe en todo lo contado. El párvulo magín de Irene Montero ha producido, es decir, copiado, porque toda la podemia graznó lo mismo en las redes, una frase cuya sinceridad no puede honrarle porque es ajena pero cuya claridad hay que agradecer: "ese es el problema: estamos llamando terroristas a los que Franco llamaba terroristas".

Terrorismo cultural

“Es verdad que Franco llamaba terroristas a los del FRAP, pero la Docta Irene desconoce -porque, aunque tres veces madre, es virgen en Historia de España- que el PCE y toda la Oposición también les llamaba terroristas. Álvarez del Vayo, presidente del FRAP, consideraba la política de "reconciliación nacional" del PCE colaborar con la dictadura, como la ETA o el Grapo. Total, que los únicos antifranquistas fueron los terroristas. La doctrina derivada de absolver a los terroristas que fueran antifranquistas supone que el antifranquismo es la abolición de toda norma moral y ética, empezando por el respeto a la vida de los demás. Es la ETA. Y Caracas”.

"Cuando la Nueva Abentofaila, filósofa autodidacta y docta en bulos, amenaza a la Oposición, como hace el Gobierno despótico venezolano, que es su modelo, no hay que achantarse jamás. Si amenaza su todavía marido, menos aún. A quien no respeta más que la fuerza, aunque sea dialéctica, no se le puede tratar con elegantes evasivas ni acicaladas ironías cobardianas".