El centrocampista de la selección croata y del Real Madrid, Luka Modric, nunca ha escondido su pasado. Cuando era niño vio con sus propios ojos los horrores de la guerra y perdió a una persona muy importante en su vida: a su abuelo. A pesar del paso del tiempo, recuerda al detalle todo lo que vivió de pequeño.
Sometido a los fuertes bombardeos, recuerda el sonido de granadas y misiles y los muchos momentos en los que tuvieron que correr hacia un refugio para protegerse de las ofensivas. Sin embargo, entre todos esos recuerdos hay uno muy doloroso y que supera con creces al resto.
Su abuelo murió en la puerta de su casa y cuando tenía 10 años decidió escribirle una carta en el colegio. Su maestra pidió a los niños que escribieran una historia sobre algo que les hubiera marcado y el actual futbolista del Real Madrid decidió hablar de la muerte de su abuelo.
Modric quiso plasmar en la carta sus sentimientos y desahogarse después de pasar por algo tan duro como la pérdida de un ser querido. El centrocampista del Real Madrid no tuvo una infancia sencilla y optó por refugiarse en el fútbol. A día de hoy, es uno de los mejores del mundo en su posición.
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