Pablo (46 años), vecino de Gijón (Asturias), nada cada día laborable dos kilómetros para ir a su puesto de trabajo y asegurarse de que cumple la distancia de seguridad y no contagiarse de coronavirus.
De este modo, Pablo explica que quiere concienciar a la población española del riesgo de contagio por coronavirus a las horas punta, cuando los transportes y las calles están muy concurridas y se hace difícil respetar la distancia de seguridad.
Pablo, que trabaja con su padre en una tienda de electrodomésticos, explica que su padre se preocupa por si el mar le da algún susto.
Al salir del agua, Pablo se pone la mascarilla y camina unos pocos metros hasta su tienda.
En la trastienda, se quita el bañador y el neopreno y se pone pantalones y camisa.