La curiosa anécdota del rey Juan Carlos como chófer de los príncipes de Gales

Carlos y Diana pasaron algunos veranos en Mallorca. En esos viajes se produjeron algunas simpáticas anécdotas y situaciones peculiares

25 de Septiembre de 2022
La curiosa anécdota del rey Juan Carlos como chófer de los príncipes de Gales
La curiosa anécdota del rey Juan Carlos como chófer de los príncipes de Gales

El funeral de Isabel II ha sido el acontecimiento del año. Según la BBC, que facilitaba la señal institucional a todo el mundo, el número de espectadores que en algún momento se conectaron fue de 4.500 millones de personas.

Su retransmisión ha servido para captar muchos de los detalles más personales e incluso cuestionados o polémicos. En el caso de España, sentar a los reyes titulares y eméritos juntos. Un protocolo ya establecido y sin las vueltas que se han querido buscar mediáticamente.

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La muerte de la reina ha servido para el reencuentro de don Juan Carlos y doña Sofía después de dos años y medio sin verse presencialmente. En este punto, habría que aclarar que la reina emérita estuvo a punto de viajar a Abu Dabi hace un tiempo, pero alguien se lo desaconsejó.

Juan Carlos y doña Sofía también se reencontraron con Carlos III, con el que pasaron algunos veranos en Mallorca hace ya algún tiempo. En aquel momento, el nuevo rey británico acudió a la isla española como príncipe de Gales junto a Diana.

Mientras la reina, las infantas y el príncipe Felipe hacían vida con Diana, el hoy rey Carlos III prefería desconectar pintando. Don Juan Carlos era quien indicaba los lugares donde había mejores vistas para plasmar en sus acuarelas. Y no solo compartieron vacaciones, también visitas oficiales de los príncipes de Gales a España, que en su día crearon malestar entre el Gobierno de Felipe González y el Palacio de la Zarzuela.

Juan Carlos I fue el chófer de Carlos III

Una de las anécdotas más sonadas tiene que ver con Carlos III y Juan Carlos I. El por aquel entonces príncipe Carlos, enfundado en un chándal, se presentó en la puerta de la residencia y no había ningún coche para trasladarlo a una piscina cubierta existente dentro del complejo residencial. Un coche privado de un policía hizo las veces de automóvil real.

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Lady Di también tuvo lo suyo. Calzó zapatos de aguja por las calles empedradas de Toledo y la infanta Cristina estuvo varias veces al quite para que la princesa británica no cayera al suelo. También hubo susto, como publicaba la revista 'Tiempo'. En un momento dado, un ciudadano tiró un ramo de flores que cayó a los pies de la princesa Diana ante el pavor de los guardaespaldas. Pero lo más llamativo de este viaje de los príncipes de Gales a Toledo fue el traslado desde el palacio de El Pardo. 

El rey Juan Carlos se convirtió en chófer y condujo la furgoneta durante los 45 kilómetros que hay desde Madrid hasta la ciudad imperial. De copiloto, la reina Sofía; en los dos asientos de atrás, los invitados reales; y en los últimos, las infantas Elena y Cristina.