La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no quiere descuidar su dieta y ha dado instrucciones a su equipo para los eventos a los que acude de forma diaria. Ha pedido que en los nocturnos no se incluya cena y también ha insistido en la necesidad de eliminar ciertos alimentos.
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, no ha ganado ni un solo gramo desde que estrenó el curso hace ya varios meses y todo se debe a una estricta dieta que sigue a rajatabla tanto cuando está trabajando como cuando se encuentra en sus ratos libres alejada de la política.
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"Su secreto es una voluntad inquebrantable para trasladar sus elevadas metas a todo cuanto hace y su férrea decisión de no parar hasta llegar a ellas", han explicado a La Razón fuentes cercanas a la presidenta de la Comunidad de Madrid, que es muy estricta con los alimentos que toma.
Hubo un tiempo en el que Ayuso comía por ansiedad y no podía evitar el hecho de acudir a la cocina y tomar alimentos poco saludables o a horas a las que no debía. Comía más por compulsión que por necesidad. El resultado, una subida en la báscula que consiguió rebajar con esfuerzo y trabajo.
"No se sometió a un régimen de alimentación estricto, sino que cambió sus hábitos por otros más saludables, como pedir, por ejemplo, que los actos nocturnos a los que asiste no incluyan cena. Y así continúa", ha explicado la citada fuente al conocido medio de comunicación.
"Evita siempre el pan y limita el consumo de pasta, pero no renuncia a unas chuletas de cordero o a su castiza costumbre de tomar una caña en el bar de abajo", ha añadido la persona cerca a la presidenta de la Comunidad de Madrid, que ha contado todos los detalles de su dieta.
El curso político no ha sido un camino de rosas y le podría haber vencido de nuevo la ansiedad pero Isabel Díaz Ayuso se ha matenido fuerte. "En su método no hay secretos, sino preparación, fuerza de voluntad, disciplina, trabajo duro y no darse nunca por vencida".
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Alimentación sana y ejercicio
En el caso de Ayuso, una pieza clave ha sido optimizar tiempo y esfuerzo. Quizás pocos saben que, antes de empezar la jornada política, ya ha realizado su rutina diaria de ejercicios. Es decir, la presidenta madrileña acostumbra a combinar una dieta saludable con ejercicio físico.
Sus entrenamientos están diseñados de acuerdo con su estructura física, sus capacidades y objetivos, y puede seguirlos en cualquier parte y de forma individual. Sabe que mantenerse en forma no depende únicamente de la dieta y, por ello, se ha puesto manos a la obra con el ejercicio.