El PSOE tendrá que decidir si quiere gobernar Navarra o entregarle el poder al centro-derecha. Javier Esparza, líder de Navarra Suma (UPN, Ciudadanos y PP) ha afirmado que el cuatripartito que gobernó los últimos cuatro años la Comunidad Foral "ha pasado de 26 parlamentarios a 19 y, por contra, aquellos que estábamos en la oposición tenemos una mayoría para conformar un proyecto estable, para conformar un Gobierno constitucionalista en Navarra, que se aleje de políticas nacionalistas e identitarias".
"Estamos hablando de 20 parlamentarios en el caso de Navarra Suma y 11 parlamentarios en el caso del PSN. Si la sociedad navarra hubiera querido que María Chivite fuera presidenta, seguramente el resultado hubiera sido inverso, es decir, 20 parlamentarios hubiera tenido el PSOE y 11 nosotros, pero han dicho lo que han dicho y creo que el mensaje es rotundo y hay que respetarlo", afirma Esparza.
No es la primera vez
El PSOE ha tenido que intervenir a sus hermanos navarros hasta en tres ocasiones. En 1996 Ferraz forzó la caída del presidente navarro Javier Otano, que poseía una cuenta bancaria en Suiza y fue relevado por Miguel Sanz, de UPN.
En 2007 el líder socialista Fernando Puras dimitió después de que Pepiño Blanco forzase a los socialistas navarros a no gobernar junto a una coalición nacionalista, Nafarroa Bai. En 2014 Roberto Jiménez, otro líder del PSN, cayó cuando no le dejaron adelantar elecciones.