La Crida es el Camarote de los Hermanos Marx

El nuevo partido de Carles Puigdemont se ha convertido en un nido de víboras en donde vuelan los cuchillos.

La Crida es el Camarote de los Hermanos Marx
La Crida es el Camarote de los Hermanos Marx

La destitución como portavoz de Ferran Mascarell, uno de los grandes popes del movimiento de la Crida Nacional per la República, ha permitido confirmar que el engendro que se ha inventado el prófugo Carles Puigdemont para seguir en la primera línea de las trincheras políticas carece de base y de la transversalidad de las que él mismo presume.

El Camarote de los Hermanos Marx

Posiblemente por eso, por la idea faraónica de poner en marcha un macropartido que englobe a todos, lo único que ha conseguido el fugado de la justicia es organizar un lio fenomenal que recuerda más al descontrol del Camarote de los Hermanos Marx que a una formación política seria y con las ideas claras. (Esto es La Crida, el invento de Puigdemont: ¡Desobediencia y crispación!)

Partiendo de la base de que el líder del partido vive en Waterloo, y que su objetivo es meter en el mismo saco a elementos de muy diverso pelaje, resulta difícil sustraerse a las imágenes del mítico film de los Marx para imaginar el funcionamiento y organización de este invento político que pretende recuperar el papel que perdió en su momento Convergencia i Unió convertido en los últimos años en una sucesión de siglas sin personalidad alguna.

Allí se han juntado muchos, menos de los que hubiera deseado el cabecilla, con la idea común de la república, pero con muy diversos conceptos de cómo llegar a ella. Ha bastado una señal, la destitución de Mascarell, candidato a la alcaldía de Barcelona, para que prendiera la mecha de las diferencias internas entre las diferentes facciones que se ha hecho visible a través de las redes sociales.

Juntos y revueltos y no se entiende nadie

Agustí Colomines, que ejerce de cerebro gris e ideólogo de movimiento, tuiteó: "Qué cosas, ¿verdad? Qué manera de preservar la transversalidad". Y Maria do Carmo Marques-Pinto, exdirectora del Patronato Catalunya Món, se ha sumado al campo de batalla preguntando "si alguien ha pedido a los fundadores de la Crida si queríamos apartar a Mascarell. ¿En nombre de quién lo habéis apartado? Quién sois? A qué se debe el hecho de apartar a Ferran Mascarell? Tan sobrados váis de gente con valor? Y por qué la Crida no da apoyo a la candidatura de Mascarell? Todo ello es surrealista". (El grito inaceptable de la Crida: "Sin muertos, la independencia tardará más")

A Marc Portet, otro de los ideólogos, le ha faltado tiempo para aclararle las ideas a Colomines: "Obvio, Agustí. Desde el momento en el que se postula como candidato, no puede ser portavoz de un movimiento como la Crida. Aplaudo la decisión de los portavoces Gemma Geis y Toni Morral", explicó en un tuit que también tuvo respuesta de Marques-Pinto: "Son movimientos como éstos lo que nos hacen sospechar de los políticos. ¿En qué parte del mundo se aparta la portavocía de un movimiento transversal a una persona que brilla por su transversalidad inteligente como Ferran Mascarell? Qué sobrados vamos, ¿no?".

No se ponen de acuerdo entre ellos. Y una importante facción del movimiento de Puigdemont denuncia que en los últimos tiempos el grupo le había hecho el vacío a Mascarell como candidato a la alcaldía de Barcelona. Precisamente porque el espacio del PDeCAT en la contienda electoral municipal parece destinado al preso Joaquim Forn como número uno acompañado de Elsa Artadi como número dos, lo que deja fuera de combate a Mascarell para alegría de unos e indignación de otros.

No son capaces de entenderse entre ellos. Juntos, revueltos y mal avenidos.