A pesar de promover la 'libertad de expresión' como defensa para las barbaridades hechas y proclamadas por los independentistas más radicales, la Generalitat de Cataluña parece no estar dispuesta a permitir la libertad de expresión, y con ella la libertad de prensa, a aquellos que no defiendan sus intereses separatistas.
Algo que ha experimentado en sus carnes el periodista constitucionalista Xavier Rius quien, después de realizar algunas preguntas 'molestas' durante una rueda de prensa en la Generalitat, fue 'castigado' por el Govern, que decidía retirarle la acreditación de prensa y, con ella, el acceso a las ruedas de prensa y al contacto entre la prensa y la Generalitat.
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Una decisión que la Generalitat justificaba, tal y como apuntaba la carta enviada por el secretario de Comunicación Oriol Duran al periodista, asegurando que las intervenciones de Rius en el Palau "degradan la relación entre instituciones y ciudadanía, y el rol de intermediación que los medios de comunicación deben ejercer con responsabilidad".
Palabras que unía la Duran a las declaraciones de la portavoz del Govern en rueda de prensa, que, con toda libertad de expresión, aseguraban que Rius era un "machista" y "racista".
"Colectivos" de periodistas apoyan al Govern
Ante la polémica que ha suscitado esta situación, la Generalitat ha asegurado que la retirada de la acreditación al director de e-noticies "fue una decisión que se habló con periodistas y varios colectivos", siendo la decisión tomada por el Govern tras escuchar "las quejas continuas de compañeros y la falta de respeto reiterada" por parte de Rius.
Sn embargo, este "apoyo" de colectivos a la decisión del Govern está fundamentado en la opinión de la asociación de periodistas Grup Ramon Barnils, de marcado carácter soberanista, que ha defendido que lo que hace Rius "no es periodismo".
Del mismo modo, el Colegi de Periodistas de Catalunya, que conocía previamente la retirada de la acreditación, ha rechazado hacer declaraciones sobre la idoneidad de la medida tomada por la Generalitat, limitándose a asegurar que esta decisión es una medida muy grave y que, a partir de ahora, "se deben activar todas las garantías democráticas para que nunca una decisión como esta pueda coartar el derecho [...] a una información veraz y plural".
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En contraposición, y en conversaciones con El Confidencial, la asociación de periodistas constitucionalistas Pi i Margall si se ha pronunciado acerca del caso de Rius, pesar de no haber sido contactados por la Generalitat, lamentando "el doble rasero que el área de comunicación de la Generalitat ha aplicado a Xavier Rius"
"Es un acto antidemocrático e indigno de un gobierno que se considere democrático" han asegurado desde el grupo periodístico, demostrando nuevamente que la Generalitat actúa según su sesgo secesionista, discriminando a todo aquel que no comparta el ideal nacionalista al pie de la letra.