Ester Capella, consellera de Justicia de la Generalitat de Torra, se ha llevado un buen rapapolvo en su paso hoy por el programa Espejo Público de Susanna Griso en Antena 3.
Ester Capella ha querido abroncar a Susanna Griso por haber entrevistado a Jordi Cuixart en la prisión de Lledoners. Un problema de forma que la periodista ha encajado con educación ofreciendo sus explicaciones.
Pero la consellera, que se ha puesto muy chulita defendiendo una causa que sabía ganada, no esperaba que acabaría saliendo con el rabo entre las piernas y muriendo con los mismos arguementos con los que pretendía matar.
"Señora Griso, usted sabe que esto no se puede hacer"
Le ha dicho a la presentadora del programa: "Señora Griso, me dicen que ustedes entrevistaron al señor Cuixart y obviamente no entró con cámaras para poder grabar la entrevista, sino con papel y por tanto con un cristal, pero en todo caso usted nos hizo trampa porque grabó el tramo que hay desde la primera entrada hasta la puerta del centro penitenciario, y usted sabe que esto no se puede hacer".
Tocada, la señora Griso, que aguantaba estóicamente un chaparrón que iba a más: "Yo tengo que decírselo señora Griso, pero usted sabe que esto no se puede hacer. Sabe usted que cuando hace esto a quien cuestiona es a los funcionarios, ¡pero usted sabrá!".
Griso no ha entrado al trapo y sólo ha querido poner de manifiesto que no existió trato de favor hacia ella, pero los tertulianos allí presentes le han cerrado el pico a la consellera indepe que se quejaba de que no se puede grabar en las dependencias penintenciarias. ¡Violentar la Constitución tampoco se puede, señora consejera!. Me encanta que sean tan legalistas, tan rigurosos y tan reglamentarios con cosas que les afectan a ellos y cuando ellos están dando un golpe de estado y están violando la ley en España, eso no les ofende. Es tremendo. Me parece increíble lo que estoy escuchando"
Una matización muy oportuna para quien manda en la justicia en Cataluña. La que va dando lecciones sobre lo que se puede y no se hacer y da por bueno que sus correligionarios de partido se pasaran la Constitución por el forro de sus caprichos.