Este jueves, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha reconocido que el Gobierno no disponía de un comité de expertos que asesorase las decisiones de cambios de fase durante la desescalada.
Así lo ha afirmado el responsable de Sanidad después de las críticas de la oposición, que denunciaban al Ejecutivo por mentir tras admitir ante el Defensor del Pueblo la inexistencia de este grupo. (El Gobierno pierde un juicio contra 38 camareros)
Obligado ante las circunstancias, Illa ha confesado que las decisiones tomadas durante la desescalada estaban basadas en los "informes técnicos" del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) de Fernando Simón.
Así mismo, el de Sanidad ha declarado que el único 'experto' con el que contactó la Moncloa fue el "científico" que diseñó la desescalada, y que se reunía con Pedro Sánchez una vez por semana.
"Para evaluar quién pasaba de fase la responsabilidad última era, como no puede ser de otra manera en un Estado democrático, del ministro de Sanidad" ha apuntado Illa, confesando que él era el último responsable de la polémica desescalada. (Abascal se borra de la moción de censura de Vox: ¡Que la lidere otro!)
Unas declaraciones que confirmaban las críticas alzadas por algunos gobiernos regionales durante los cambios de fases, que criticaban que las decisiones sobre la desescalada tenían mayor carácter político que sanitario.
Los nuevos brotes, numerosos pero leves
El ministro de Sanidad aprovechó la intervención para asegurar que la actual situación del Covid-19 en el país es menos peligrosa que anteriormente.
Así pues, Illa ha explicado que actualmente España cuenta con 412 brotes activos de coronavirus, con más de 4.000 casos confirmados, pero que los casos que se han detectado, en su mayoría, son menos graves que los del inicio de la pandemia. (El PSOE retuerce la realidad y avisa a su 'amigo' Casado: "Vox ha anunciado una moción de censura contra usted")
"Son pocos los que requieren ingreso" ha afirmado, asegurando que la "presión sobre el sistema sanitario es, ahora mismo, baja".
Ante estos datos ofrecidos, el de Sanidad ha vuelto a remarcar que no se contempla que el Estado vuelva a establecer un estado de alarma, por lo que serán las comunidades autónomas las que, de momento, sigan gestionando la crisis sanitaria.
También ha querido volver a hacer un llamamiento a toda la ciudadanía, recordando que es necesario extremar las precauciones para evitar una nueva propagación del virus.
"Entendemos perfectamente que el confinamiento ha sido duro [...] pero no debemos de perder el respeto al virus. Siempre que no estemos con convivientes, hay que seguir las recomendaciones sanitarias generales: 1,5 metros de distancia, lavado de manos frecuente y uso de mascarilla".